La idea romántica de esperar meses y meses para unirte al hombre de tu vida puede acortarse. Y lo mejor de todo, es que no tiene por qué ser tan complicado. ¡Toma nota!
Una boda perfecta Lo primero es fijar la fecha. Entre más cercana esté del día en que se comprometieron, más esfuerzos se requerirán para alcanzar su objetivo. Sugerimos casarse en “temporada baja”, es decir, en enero, marzo, mayo o agosto. Tendrán mayor libertad para contratar servicios y locaciones.
El presupuesto Si elaboran una lista podrán delimitar los alcances del evento.Distribuyan la cantidad en distintos rubros: gastos administrativos(registro civil y ceremonia religiosa), celebración (alquiler dellugar, banquete y coctelería), ajuar (el de ambos, más tu arreglo),extras (música y decoración, invitaciones y papelería, fotografía yvideo) y luna de miel.
Plan de ataque ¡Sean audaces! Si no van a contratar un wedding planner, armen un calendario con el tiempo que tienen por delante y anoten qué días dedicarán a la organización.
Encuentro privado Si quieren un enlace pequeño, hagan la lista de invitados considerando a las personas que no pueden faltar ese gran día; esto les ayudará a casarse en un ambiente privado y lleno de significado. Además, todo fluirá mejor.
Bodas de fuga Nada más emocionante que escapar a un paradisiaco rincón del país en compañía de la familia y amigos cercanos para darse el sí. Muchos hoteles ofrecen paquetes ideales para bodas pequeñas y elegantes.
Prioridades Definan todos los detalles de su evento. Lo recomendable es descartar aquellos que no son primordiales, para entonces enfocarse en los que sí lo son.
Un pretexto para compartir Distribuir entre familiares y amigos la responsabilidad de contratar proveedores se traducirá en ahorro de tiempo y esfuerzo. No le teman a delegar: recuerden que ustedes tienen la última palabra.
En línea Existen diferentes aplicaciones que facilitarán la planeación. Naveguen y descubran cuál es la ideal para organizar el gran día desde su celular o tablet. Las hay para encontrar tu vestido, para elegir las flores, para el montaje e, incluso, para acomodar a los invitados en las mesas.
Relájense Sabemos que la organización puede ocasionar los primeros desacuerdos y discusiones, así que lo mejor es mantenerse abiertos a cambios y eventualidades. No dejen de sonreír, tengan siempre en mente que una boda es para disfrutarse y para celebrar su amor. Además, los espera una luna de miel inolvidable. ¡Buena suerte y muchas felicidades!
Fuente: www.nupciasmagazine.com / Por: Daniela Vega
Publicado por: TuDecides.com.mx
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