Las vacaciones pueden ser una bendición o un castigo divino según a quien preguntes, y seguramente la manera en que vivimos el resto del año es determinante para tener una u otra percepción. Albert Figueras nos descubre en esta entrevista cómo responde el cuerpo humano a nuestra manera de vivir la vida, y nos revela algunos secretos para que aprendamos a estar "de vacaciones" todo el año.
Sara Aguareles.- ¿Las vacaciones son necesarias a nivel fisiológico?
Albert Figueras.- Varios estudios realizados en los Estados Unidos coinciden en señalar que los meses en los que se producen menos infartos de miocardio son los meses de verano (entre junio y septiembre). Entre otros factores, en verano hay más personas que hacen vacaciones, y este hecho contribuye, por regla general, a reducir la respuesta al estrés laboral. El período de vacaciones parece, por tanto, algo que no sólo deseamos la mayoría, sino que es beneficioso para la salud. Y, más allá de la salud, en vacaciones nos lo pasamos bien, nos reímos, podemos dormir más, nos gusta disfrutar de la sensación de libertad de horarios...
S.A.- Per también hay quien no sabe disfrutarlas...
Albert Figueras.- Sí, en el otro plato de la balanza encontramos personas que necesitan estar ocupadas o que necesitan la rutina laboral para sentirse bien (los llamados workaholics). Algunas estadísticas también apuntan que justo después de las vacaciones, cuando la convivencia familiar es mayor, aumenta el número de separaciones, divorcios y conflictos.
S.A.- ¿El cuerpo humano podría funcionar igual de bien sin estos descansos periódicos?
Albert Figueras.- El cuerpo humano puede funcionar sin hacer “vacaciones”, siempre que se respete un descanso mínimo para dormir y para alimentarse. En realidad, hay muchas personas que no hacen vacaciones de manera regular. Quizás más importante que la expectativa de unas vacaciones es cómo uno enfrenta el trabajo que tiene entre manos, el grado de “estrés” que le supone dicho trabajo, las expectativas y la ilusión que depositamos en el trabajo.
S.A.- ¿Qué pasa en nuestro cerebro y nuestro cuerpo durante las vacaciones: funcionamos de una manera distinta que el resto del año?
Albert Figueras.- Las vacaciones suponen romper la rutina laboral o de la escuela (muchas veces, para entrar en otra rutina, dicho sea de paso). En cualquier caso, no tener más plazos que el día que se terminan las vacaciones, olvidarse del reloj, haber dejado los conflictos con el jefe o los empleados, etc. contribuye a reducir el nivel de ansiedad, y eso tiene implicaciones beneficiosas sobre unos cuantos neurotransmisores. Probablemente en vacaciones nos recreamos más en cada momento, no pensamos tanto en el futuro, y eso nos permite percibir más qué es lo que pasa a nuestro alrededor. Estamos más pendientes de nuestros sentidos y estamos más abiertos a nuestro entorno. Creo que incluso aceptamos mejor la incertidumbre de la vida estando de vacaciones.
"En vacaciones aceptamos mejor la incertidumbre de la vida"
S.A.- En sus libros usted nos habla de la oxitocina, una hormona relacionada con el sentimiento de felicidad. ¿Liberamos más oxitocina en vacaciones?
Albert Figueras.- El calor, la piel más expuesta, salir del entorno y menos “estrés”, son elementos que predisponen al contacto con los demás, a tener más relaciones sexuales, a reírnos más; todo esto aumenta la oxitocina y, a su vez, este mayor aumento de la oxitocina favorece que establezcamos más relaciones sociales, que nos sintamos menos “estresados”, que haya más oportunidades de tener contactos sexuales, que seamos más extrovertidos... es un círculo que se retroalimenta y que contribuye a la buena sintonía que suele haber estando de vacaciones.
S.A.- Usted siempre dice que la felicidad no es un estadio inmutable que alcanzaremos algún día, sino algo que sucede cada día en pocas cantidades… ¿las vacaciones deberían ser igual? Es decir, ¿deberíamos aprender a vivir más relajados cada día, para disfrutar también la época laboral?
Albert Figueras.- Sin duda. Vivimos en una sociedad en la que parece que el mundo se termine el día 31 de julio. Informes, plazos, compromisos... todo tiene que estar listo antes de vacaciones. Y a partir del día 20 de agosto la mayoría de personas empiezan a sentir esa mosca detrás de la oreja porque llega eso que los franceses llaman la rentrée: el trabajo, la escuela, iniciar “con las pilas recargadas”... Parece que pasamos los primeros días de vacaciones aún con la velocidad excesiva que llevamos durante el año, y la última semana ya estamos de malhumor pensando en el regreso.
S.A.- No parecemos demasiado listos...
Albert Figueras.- Quizás lo que ocurre es que estamos más acostumbrados a vivir el futuro y el pasado que el presente. Es útil que en cada momento intentemos ser conscientes de lo que realmente está ocurriendo en aquél momento. También es útil enfrentar los problemas de cara, de modo que no dejemos para más tarde las cosas que nos resultan incómodas ya que, aparcarlas, sólo sirve para irlas recordando a cada rato con la sensación de miedo o de angustia que nos incomoda.
S.A.- Denos un consejo para "la vuelta al cole".
Albert Figueras.- Si cada día procuramos disfrutar los momentos en que estamos “de vacaciones” y los separamos de los momentos en que “trabajamos”, podemos llegar incluso a conseguir que el famoso síndrome de los lunes no sea tan grave.... o deje de existir.
Por: Albert Figueras / médico y escritor
Fuente: noticias.com/ altonivel.com.mx
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
Contacto: dir@tudecides.com.mx
Nota: Por lo general todos los artículos cuentan con fuente y autor del mismo. Si por alguna razón no se encuentra, lo hemos omitido por error o fue escrito por la redacción de TuDecides.com.mx.