Estamos en un momento desafiante, el COVID nos vino a enseñar la importancia de estar bien y sentirte pleno ante la adversidad para mantenerte con vida. Antes, para muchos era importante ser exitoso, tener dinero, ser reconocido o tener bienes materiales, lo cual se volvió secundario para muchas personas.
La práctica no hace la perfección. Tampoco la práctica perfecta. Pero la práctica profunda y deliberada, una forma de entrenamiento que involucra concentración, esfuerzo y un flujo constante de retroalimentación crítica, puede ayudar a mejorar cualquier habilidad hasta 10 veces más rápido que la práctica convencional.
La casa de moda de lujo española, Balenciaga, ha lanzado unos tenis por 5,750 dólares (unos 115,244 mil pesos aproximadamente) nada nuevo aunque sí los más caros. Sin embargo, lo curioso es que no se pueden usar, ya que tratan de la escultura de uno de sus modelos más icónicos, el Track 2.
Pfizer y la empresa de biotecnología alemana BioNTech anunciaron que su vacuna contra el coronavirus fue más del 90% efectiva en la prevención de COVID-19 en decenas de miles de sujetos de prueba. "Creo que podemos ver la luz al final del túnel", dijo el presidente y director ejecutivo de Pfizer, Dr. Albert Bourla, a Meg Tirell de CNBC en Squawk Box.
Debemos tener cuidado con la percepción que tenemos del entorno, porque una mala percepción de nuestro mundo, puede dar lugar a comportamientos malos por parte de gente buena.
Yamato, un suburbio ubicado a 30 km de Tokio, ha tomado una decisión drástica pero también curiosa: prohibirá el uso del smartphone a los viandantes. Las personas que no hagan caso de esta medida no recibirán sanción alguna, tan solo se trata de una medida preventiva para evitar accidentes derivados de usar el celular en la vía pública.
Según la demanda, así es la oferta. Muchos han visto en los productos necesarios para vivir la nueva normalidad una buena oportunidad de negocio. Tal es el caso de las mascarillas, con las cuales los diseñadores le han dado vuelo a la imaginación y ya existe una para casa necesidad (y bolsillo).
Trabajar desde casa (que se ha convertido en la norma en los tiempos que corren) se parece a menudo un poco a la célebre película Atrapado en el tiempo. Las horas parecen solaparse las unas a las otras y todos los días, huérfanos de una frontera más o menos precisa entre la vida personal y la vida laboral, parecen idénticos.
