La llegada de un nuevo presidente, CEO o director general a una organización tiende a provocar estrés e incertidumbre en el personal y hasta temor por los posibles cambios que pudieran suceder en ciertas posiciones, dinámicas y estrategias que, sin duda, repercuten directamente en el talento de la empresa.
Es innevitable que ante tal suceso aparezcan interrogantes como ¿Mi puesto corre riesgo? ¿Mi participación en la empresa será la misma? ¿Por qué no consideraron a alguien del equipo para el nuevo puesto?, las cuales generan ansiedad en el personal y puede ocasionar un ambiente tenso y baja de productividad.
Además, los empleados pueden experimentar miedo al pensar que con todo y su trayectoria (durante la cual se han esforzado por demostrar capacidades, habilidades, liderazgo y resultados), tendrán que empezar de cero, lo cual también genera competencia porque el jefe los conozca.
“Por más difícil que parezca, lo primero es pensar en las habilidades y capacidades que tienes para hacer un autoanálisis, porque si crees que no aportas algo a la organización, no te podrás mantener o ajustar a los cambios de la empresa. Asimismo, se debe entender que un jefe nuevo siempre tendrá la necesidad de rodearse de gente que aporte valor y comprenda con claridad las necesidades organizacionales, por lo tanto es fundamental conservar la calma y seguir con el cumplimiento de objetivos”, afirma Yaarit Silverstone, managing director de Human Capital & Organization Effectiveness de Accenture.
¿Qué hacer?
Es importante mantener la calma y dejar a un lado las especulaciones. La adaptación y disposición son ideales para evitar el estrés; recuerda que no debes preocuparte, existen oportunidades valiosas en este proceso.
Alina Landa, Gerente Regional de Relaciones Públicas de México y Centroamérica de Manpower, recomienda al personal adoptar una buena actitud ante la llegada del nuevo jefe y establecer la situación propicia para iniciar la comunicación personal, pero antes pensar si tendrás que provocarla o esperar, por ejemplo, si fuiste convocada a una reunión y de ahí abrir el canal.
Recuerda que en ese momento también puedes exponer tus resultados y el de tu equipo, además de plantear nuevos objetivos en el área y hasta plantear propuestas que antes no habían sido tomadas en cuenta.
“Es una oportunidad de cambio y de ser visto desde otra perspectiva. Que el nuevo jefe conozca los objetivos sobre los que trabajas y expongas tanto la situación del proyecto, como responsabilidades que tienes”, comenta Landa.
Además, la especialista considera que ante este proceso resulta lejana la posibilidad de la llegada de otro equipo que apoye al nuevo integrante directivo: “La decisión de cambio de dirección es porque se necesita generar más venta, utilidad, productividad, mejorar la calidad en los productos o servicios, lo cual no implica que lleve a un nuevo equipo de inmediato, por eso es importante construir fuertes canales de comunicación”.
Es importante que como empleado sepas hacia dónde va la organización y qué rumbo tomará con el cambio de CEO, de esta forma determinarás los que aportas y te sentirás tranquila ante el cambio que se presente.
Según el estudio de Manpower, “Human Age”, hoy el talento en las organizaciones es lo más importante, por lo cual el cambio y la llegada de un nuevo jefe genera oportunidad en la organizaición, además te reta a hacer las cosas distintas.
“Debido a la escasez de talento, las organizaciones se preocupan más por retenerlo, hay mucha gente que no encuentra trabajo, pero las empresas tampoco encuentran personal con las competencias, conocimientos y habilidades que se requieren para trabajar”, comenta Alina Landa. Por esta razón, las empresas hoy se ocupan más de capacitar al talento para hacerlo crecer, generar cadenas de reemplazo y promoverlo en la organización, lo cual está enfocado en un tema de estrategia y gestión de talento, que da permanencia y baja rotación.
La labor de la empresa
A la organización corresponde dar un mensaje a sus integrantes, ya que cuando se hace un cambio en el equipo de liderazgo es necesario asegurar los canales de comunicación adecuados para evitar especulaciones, circunstancia que se genera cuando una empresa carece de comunicación, pues todo se traduce en rumores que atentan contra la tranquilidad laboral.
“La falta de comunicación se cubre con incertidumbre y preocupación, lo cual impacta directamente en la productividad. Comunicar a qué se enfrenta la compañía, desde el punto de vista de los cambios que se están realizando, asegura que la gente tenga información y se mantenga tranquila”, asevera Yaarit Silverstone.
La comunicación es una herramienta indispensable para las organizaciones cuando hacen cambios importantes en su estructura, pues brinda certidumbre a los empleados y les muestra el futuro y la visión de la compañía. “Un mensaje claro define el crecimiento y las aspiraciones de la empresa y, por supuesto, de su gente”, agrega Silverstone.
El área de recursos humanos es escencial en este proceso porque determinará a la persona que ocupará la nueva dirección basándose en los valores y cultura de la organización, además de que es fundamental a la hora de integrar al equipo. Al respecto, Maricarmen Balcarcel Gerente de Capital Humano de Randstad opina que es importante encontrar a personas que no sólo cuenten con la experiencia que requiere su posición, también con los valores y la cultura organizacional que hace diferente a una empresa de otra.
Costo de la incomunicación
Ante un cambio de esta naturaleza, el área de recursos humanos, el nuevo jefe y el mismo capital humano juegan un papel importante apoyados en la comunicación, de lo contrario se tiende a generar un ambiente de estrés, poca productividad y hasta de fuga de talento.
Definitivamente a una empresa no le conviene tener a su gente estresada y mucho menos que el talento piense en irse, porque entonces empieza a invertir tiempo en buscar empleo o en enseñar e integrar, lo cual toma tiempo y costo en la productividad y los resultados que se esperan.
“El ingreso de gente provoca una curva de aprendizaje, que si se traduce en términos de resutados, el precio es importante. En una posición operativa tiene un costo de entre un mes y medio, hasta tres meses, pero conforme aumenta el nivel, el costo es más alto. En posiciones directivas se habla de hasta seis meses (de resultados consistentes) para que una persona dé resultados al 100% de funciones y responsabilidades”, explica Balcarcel.
En general tu actitud hacia el ingreso de un jefe debe ser optimista y relajado, siempre con la idea de verlo como una oportunidad más de crecer y demostrar tu capacidad, así como de proponer los ajustes que hacen falta.
Fuente: www.mundoejecutivo.mx / VALENTINA GONZÁLEZ YÁÑEZ /Mujer Ejecutiva
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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