Un error en la estrategia de negocio puede costar millones a la empresa y el desaliento de los trabajadores; sin embargo, es tarea del líder ver más allá y tornar la derrota en oportunidad.
“El fracaso es imperativo para cualquier compañía, un líder debe saber que nada es perfecto y puede exponerse a ciertos riesgos que dañen a la empresa, pero las fallas no son necesariamente malas, se aprende de estas y se crea resistencia a la frustración en los empleados”, explicó la experta en marketing social Charlene Li.
Sin embargo, las estrategias para reemprender el concepto de negocio sugieren que ante el fracaso, un ambiente de confianza es la mejor arma contra la deserción laboral.
“Un líder no debe ejercer poder desde su posición, sino fomentar la confianza donde es más factible aprender de las desviaciones que hubo para alcanzar el éxito y así capitalizar los errores. La confianza y el compromiso que tienen los empleados con los objetivos de la compañía es fundamental para la colaboración”, explicó Jorge Llaguno profesor investigador del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE).
De acuerdo con el modelo de organización, tras un fracaso, puede haber 3 posibles escenarios dentro de la estructura empresarial.
1. Cuándo la jerarquía es vertical, el empleado sólo puede subir y hundirse, lo que crea miedo y hace imposible aprender de las fallas.
2. Contrario a este escenario, en un organigrama horizontal, la persona puede rotar alrededor de varias áreas y encontrar en la que es más útil, pero la poca competitividad puede estancarlo, ya que los empleados tienden a caer en una zona de confort.
3. Sin embargo existe un tercer modelo, más efectivo, catalogado por expertos como 'profundidad'.
“En este modelo los involucrados son capaces de ir hacia adentro de la empresa y contribuir con ideas nuevas. Aquí el entorno es fundamental ya que no basta la confianza sino que los objetivos personales de cada integrante deben alinearse con los de la empresa. Sí creen en el proyecto es posible un vínculo que permita el aprendizaje”, aseguró Llaguno.
Dado que el único método infalible para la prevención del fracaso es no emprender, el centro de la estrategia para convertir un fracaso en éxito es no catalogar las fallas como definitivas, sino como desvío hacia posibles oportunidades; algunos expertos sugieren esquematizar las situaciones y evaluar.
“Hay que crear un diario del fracaso, en el que se archiven todos los malos ratos que la empresa y sus líderes han experimentado en los últimos años segmentado en 25% en qué pasó, 25% en qué aprendiste acerca de cada situación fallida y 50% de planes para saber cual será el siguiente paso después de levantarse” aseguró, Charlene Li, ex vicepresidenta de Forrester Research.
Otros especialistas difieren de los porcentajes y proponen procesos de aprendizaje constante.
“El proceso de revisión de después de actuar debe convertirse en algo del día a día y no sólo cuando las firmas registran fracasos, al contrario, se debe prevenir y potenciar las oportunidades incluso cuando se tienen éxitos, esto podrá ayudar a contener fracasos mayores y fomentar cultura de cooperación entre la gente”, agregó el experto del IPADE.
“Hay que volverse hábiles para recobrarse después de los fracasos, en la vida se tienen muchos”, finalizó Li.
Fuente: www.MundoEjecutivo.com.mx / Por Gabriela Chávez Avilés
Publicado por: TuDecides.com.mx
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