Ejecutivos de todos los niveles suelen tener hábitos poco sanos, como no respetar un horario, atragantarse en el escritorio, engullir una copiosa cena antes de ir a dormir o llevar una vida sedentaria.
Contra lo que pudiera pensarse, estas prácticas no mejoran cuando se accede a un mejor puesto, ya que un mayor ingreso no garantiza seguir una alimentación más equilibrada.
Para evitar las terribles consecuencias de malpasarse en el comer revisa las siete claves para una buena alimentación que propone la nutrióloga Maribel Autrique:
1. No salgas de casa sin desayunar, con la intención de almorzar algo en la calle o el trabajo. Pasar muchas horas de ayuno hasta la hora de la comida provoca una descompensación en el organismo, que hace una reserva de grasa en preparación de la escasez. Así, en vez de adelgazar, se engorda porque el cuerpo los aprovecha al doble.
Además, a partir de las cinco de la mañana, nuestro organismo está programado para generar energía y, si no recibe alimento a la hora que lo necesita, lo más probable es que todo el día esté cansado, con sueño. No deben pasar más de dos horas, a partir de que nos levantamos, para tomar el primer alimento.
2. Elige cuidadosamente el restaurante y el menú. Prefiere lugares que ofrezcan una variedad de platos y dispongan en su menú de alternativas bajas en grasa. Revisar el menú antes de entrar en el restaurante o sentarte a la mesa.
3. Trata de comer cinco veces al día. Al realizar tres comidas principales y dos colaciones o snacks mantienes un nivel de energía constante para cumplir con todas tus funciones corporales y cognoscitivas. 4. Bebe agua. A veces se confunde la sed con el hambre y por eso se come de más. Evita las bebidas con alto contenido energético: contienen muchas calorías y no hidratan como debe ser.
5. Come lentamente, mastica bien y toma los alimentos en bocados pequeños. Un truco: ¡deja de comer antes de sentirte lleno del todo! Después de comer, haz una caminata de unos 10 minutos para favorecer la digestión y evitar problemas digestivos, como flatulencias, dispepsia o indigestión.
6. Dedica una hora a tu comida. Una encuesta de Monster revela que un tercio de los empleados mexicanos come mientras trabaja, solo el 18% se toma una hora completa y un preocupante 11% se salta la hora de la comida. Si una persona come mientras trabaja, su cerebro no lo registra y tarda en sentir saciedad, porque las hormonas secretadas no siguen el proceso normal.
7. Aprende a leer etiquetas. Ya no hay pretextos; desde 2010 existe un nuevo etiquetado nutrimental, el cual es “un formato claro, legible y visible, aplicable a todas las categorías de alimentos y bebidas”, señala la nutrióloga Miranda Solís.
Para su fácil lectura, los productos que lo ostentan (en su cara principal, por cierto) incluyen siempre los mismos íconos de nutrimentos: energía (calorías), grasas saturadas, azúcares y sodio. ¿Por qué estos? Porque es importante cuidar su consumo para evitar enfermedades crónico-degenerativas como diabetes e hipertensión. El etiquetado incluye porcentajes recomendados de nutrimentos en una dieta promedio de 2 mil calorías.
CONSULTA LA GUÍA COMPLETA 2013 DEL DIRECTIVO SALUDABLE: En la edición impresa de enero 2013 te decimos por qué leer etiquetas de alimentos, sí te ayuda a adelgazar. Después de revisar esta lista, cuáles son los errores que cometes y cómo podrías mejorar tu alimentación.
Fuente: www.altonivel.com.mx / Por: María Josefa Cañal
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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