Fue hace poco más de 12 años que Lisa Zandee había ascendido a un puesto de alta jerarquía, como vicepresidente de W Hotels. Tenía un equipo. Viajó por el mundo. Entonces tuvo su primer hijo, Callum. Pero no fue el final de la aventura; sólo el comienzo de una nueva. Mirando atrás, cuando Zandee analiza cómo se las arregló para hacer malabares para equilibrar su trabajo con su vida durante doce años, las separó en tres fases.
Priorizando
Cuando regresó al trabajo después de su permiso por maternidad, Zandee se encontró con un nuevo reto: hacer malabares con el trabajo y con cuidar a Callum (sin mencionar poder conseguir un poco de ese preciado comodity, dormir). Su primera estrategia: Priorizar despiadadamente.
Ella lo llama la “regla 80-20”. Antes, casi compulsivamente, atendía todos los detalles. Las minucias técnicas la consumían. Cuando se trataba de cosas pequeñas (enderezar las servilletas del evento) su actitud era, “Es más fácil para mí hacerlo que explicarle a alguien cómo hacerlo.” Sus estándares eran exigentes. ¿Quién mejor para cumplir con sus altas expectativas que ella misma?
Pero con un exigente bebé en casa, era hora de dejar ir; de ceder al menos el 20% de lo que solía atender a los demás. “Me hizo enfocar en los temas macros”, recuerda. “Me pregunté, ‘¿Cuáles son las cosas en las que necesito enfocarme que realmente hagan una diferencia?‘” Su estilo de liderazgo cambió. Invirtió más en el entrenamiento de su equipo, y llegó a confiar más en ellos.
Un ejemplo: Mientras que antes si un hotel estaba entrando en un nuevo mercado, Zandee se sentía obligada a estudiar todo lo relacionado con esa ubicación geográfica y redactar el plan ella misma; ahora, en cambio, “Reviso que se haga todo el proceso”, dice. Ella recuerda, en particular, un evento en el W en San Diego, el primero en el que realmente dio un paso atrás y dejó que el equipo haga su trabajo. “Yo estaba haciendo más desde detrás de escena”, recuerda, “caminando por el espacio después de que el equipo lo había preparado.” Era una general ahora, no un soldado.
Si bien construir un equipo fuerte puede en última instancia sentirse como una carga aligerada, Zandee acepta que había algo de pesar sobre ello también. Ella amaba atender los detalles, hacer algo en lo que era buena, y la emoción de ser atrapada en el momento. “Pero no puedes tenerlo todo”, dice. “Algo tienes que ceder.”
>> Ella amaba atender los detalles, hacer algo en lo que era buena, y la emoción de ser atrapada en el momento. “Pero no puedes tenerlo todo”, dice. “Algo tienes que ceder.”
Unos tres años después de que Callum naciera, la hija de Zandee Caitlin llegó. Más maternidad significó una nueva etapa en el trabajo de Zandee y nuevas lecciones que aprender y decisiones que tomar.
Consultando
La primera lección era retroactiva, y una que Zandee afortunadamente ya seguía: “Nunca firmo cláusulas de no competencia “, dice ella. Esto le permitió salir por su cuenta como consultora para varios hoteles diferentes, y centrar su foco en hoteles de Estados Unidos, eliminando la exigencia de los viajes internacionales.
La siguiente gran decisión (tal vez contra intuitiva) que Zandee hizo fue de ser simplemente consultora, no para construir una empresa de consultoría. “Entré en eso muy conscientemente”, dice. “Lo mantuve muy simple, con muy buenos proyectos que financieramente valieran la pena.” Sin duda podría haber incorporado y crecido una consultora importante, dice, pero “No quería empleados que cuidar. Tenía a mis hijos a los que cuidar. Tenía mis clientes a los que cuidar.” Si ocasionalmente necesitaba ayuda, contrataba a un trabajador eventual basado en el proyecto.
En esos años, Zandee también se encargó de ser muy estratégica a la hora de elegir clientes. Los clientes que pagaran bien eran a menudo (pero no siempre) la prioridad. Importante, también, era trabajar con los principales hoteleros de la industria para asegurarse de ser invitada a las habitaciones adecuadas, de no ser olvidada por los grandes jugadores. “A veces había proyectos con los que podía conseguir mucho más dinero”, recuerda, “pero no iban a tener la misma visibilidad, o no iban a enseñarme nada.” Estirada en varias direcciones, y con dos jóvenes en casa, tuvo que tomar la difícil decisión de rechazar ese tipo de proyectos.
Donde la familia y la carrera se superponen
Hace unos tres años, una oportunidad le surgió a Zandee para unirse a Denihan Hospitality (dueño actual de The James Hotels, el cual Zandee ayudó a lanzar) como vicepresidente senior de gestión de marca. Denihan estaba dirigida por un hermano y una hermana, por lo que la familia estaba en el ADN de la empresa, y Zandee sabía que era un lugar donde “no eras juzgado por ser vista en la oficina a las 9 de la noche. Hay lugares así en la industria.” Ella aceptó el trabajo.
En estos días, cuenta, el arte de equilibrar el trabajo con la vida es encontrar formas de integrar a tus hijos en tu trabajo cuando sea posible. Cuando visitan un hotel, Zandee es capaz de auditar sus servicios orientados a las familias: el menú para niños en el servicio a la habitación, por ejemplo, o las opciones de guarderías del hotel. A veces llama a sus hijos “niños asesores” de Denihan, y los dos posaron como modelos para los folletos del hoteles.
>> el arte de equilibrar el trabajo con la vida es encontrar formas de integrar a tus hijos en tu trabajo cuando sea posible.
Está en la naturaleza de un trabajo de alta potencia de tiempo completo que a veces lo traes a casa. Cuando eso tiene que pasar, Zandee se asegura de ser estratégica sobre qué trabajo puede llevar a casa. “Trato de pensar qué cosas podrían ser interesantes para ellos, y qué no lo sería”, dice ella. Si les estuviera sermoneando a sus hijos sobre no revisar los mensajes a cada momento, ¿cómo se vería si ella estuviera pegada a su notebook/dispositivo esa noche? Es mejor traer a casa las lociones para probar, o pasar las páginas de las revistas para examinar la cobertura.
En algunos casos, incluso es capaz de convertir una lección de trabajo en un valioso consejo sobre la vida. Recientemente, descubrió que una vieja y torpe campaña sobre marca de The James estaba todavía disponible en línea para su consternación. Ella sabía que era importante enseñarles a sus hijos sobre cómo las cosas que se hacían en internet podían seguirte y encontrarte años más tarde, pero carecía de un ejemplo ilustrativo. Ahora tenía uno en la mano: “Miren lo difícil que es hacer que las cosas desaparezcan”, explicó.
Si eres estratégico al respecto, traer trabajo a casa puede en realidad hacer la paternidad más efectiva, dice Zandee. Sin la lección del logo feo de James, dice, “hubiera sido simplemente una madre sermoneadora.”
Fuente: www.TrucosParaVivirMejor.com / Por David Zax
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
Contacto: dir@tudecides.com.mx
Nota: Por lo general todos los artículos cuentan con fuente y autor del mismo. Si por alguna razón no se encuentra, lo hemos omitido por error o fue escrito por la redacción de TuDecides.com.mx.