CNNexpansion Relajación y arte en San Miguel.- Reconocido dentro y fuera del país como un escenario profundamente inspirador, San Miguel de Allende ofrece a sus visitantes no sólo la tranquilidad que busca el artista para concentrarse en la realización de su obra, sino una gran cantidad de espacios y galerías
que exponen el producto de esa inspiración; además de una extensa gama de restaurantes, bares, tiendas y, sobre todo, un servicio extraordinario.
Dónde quedarse: No es fácil imaginar algo más placentero que disfrutar, desde un jacuzzi privado, la fabulosa vista panorámica de San Miguel que ofrecen las terrazas del hotel Dos Casas (Quebrada 101; 415/154-4073; habitación doble desde 4,130 pesos). El arquitecto Alberto Laposse es el creador de este espacio que integra a la arquitectura colonial un elegante estilo contemporáneo. Nueve espectaculares mansiones construidas entre el siglo XVI y el XVIII conforman el hotel boutique Casa de Sierra Nevada (Hospicio 35; 415/152-7040; habitación doble desde 3,335 pesos).
Dónde comer: Fue reconocido recientemente con el International Five Star Diamond Award, e incluido en la lista de los 23 mejores restaurantes mexicanos en el especial gastronómico de Travel + Leisure México: Andanza es uno de los dos restaurantes del hotel Casa de Sierra Nevada, a cargo del chef sanmiguelense Gonzalo Martínez, cuyo capuchino de cuitlacoche con espuma de trufa de invierno es casi una obligación para el comensal. Si buscas hacer una pausa y tomar algo ligero, la mejor opción es La Azotea, un lounge ubicado apenas a un costado de la parroquia de San Miguel Arcángel, cuyo menú de tapas es bastante destacable.
Qué hacer: Uno de los principales encantos de esta ciudad es la magia con la que te invita a caminar sin rumbo. Aventuras Sol y Luna (Correo 41; 415/152-1922), organiza recorridos a pie, a caballo o en bicicleta de montaña por los alrededores de San Miguel.
Tip de insider: Si eres aficionado al jazz, visita La Bella Italia (Canal 21; 415/152-4989), un restaurante que, además, ofrece excelente comida. Y, con un poco de suerte, quizás te encuentres allí a Doc Severinsen, un legendario trompetista que fue líder de la NBC Orchestra en “The Tonight Show Starring Johnny Carson” desde la década de 1950 hasta 1992.
Autor: Rodrigo Pérez Rembao
La calma de la Hacienda Santa Rosa
En Yucatán están algunos de los hoteles más exclusivos de México. La península de Yucatán no sólo guarda una fauna asombrosa, restos arqueológicos únicos y un clima delicioso, sino que también es el sitio elegido por algunos de los hoteles más selectos del país.
Cómo llegar: Puedes volar directamente a la ciudad de Mérida, ubicada a unos 70 km de la hacienda, donde te esperará personal del hotel.
Dónde quedarse: En Hacienda Santa Rosa (km 129 Carretera Mérida Campeche; 999/910-0174; starwoodhotels.com; habitación doble desde 500 dólares) el lujo se combina a la perfección con el entorno natural de la península de Yucatán. Este hotel tiene tan sólo once habitaciones de gran tamaño y una hermosa decoración colonial ideal para pasar unos días de relax absoluto.
Dónde comer: El restaurante del hotel sirve especialidades de la región ligeramente adaptadas a un gusto más internacional y con resultados excelentes. No hay que perderse el queso relleno ni la cochinita pibil. Además, hay que pasar a visitar la cocina abierta, donde en las mañanas y en las noches preparan tortillas de comal (cena para dos, 600 pesos).
Qué hacer: Apúntate a un masaje en el spa, que además puede tomarse en pareja. En la hacienda también puedes hacer recorridos a caballo y en bicicleta. Además de visitar las ruinas de Uxmal y Chichén Itzá, puedes dar un recorrido por el hermoso jardín botánico que roda el hotel, un proyecto conjunto de las comunidades de la zona y cuyas plantas se utilizan en una clínica local para curar enfermedades de los habitantes.
Tip de insider: Reserva la “Casita Maya”, la única habitación del hotel que reproduce, con todo el lujo y las comodidades, una típica vivienda de la zona. De gran tamaño, esta habitación tiene dos patios privados y un jacuzzi al aire libre independiente. Ideal para unos días de romance absoluto.
-María Pellicer
Acapulco: el clásico, reinventado
Aunque no es una novedad como destino de fin de semana, en los últimos meses ha visto algunas renovaciones y aperturas que prometen devolverle el glamour perdido. Como todo buen clásico, esta ciudad siempre ameritará estar entre las opciones de viaje.
Cómo llegar La mayoría de las aerolíneas nacionales, incluyendo las de bajo costo, tienen vuelos directos a la ciudad.
Dónde quedarse: Elegido por Travel + Leisure en 2008 como uno de los mejores 500 hoteles del mundo, Las Brisas acaba de cumplir 50 años de historia y para festejarlo remodeló sus 251 casitas, con la intención de revitalizar este ya tradicional hotel (Carretera Escénica 5255, fraccionamiento Las Brisas, Acapulco, 744/469-6900; habitación doble desde 2,842 pesos). El grupo Hábita va a aportar su toque de creatividad a la ciudad de Acapulco con el relanzamiento (entre marzo y abril de este año) del hotel Boca Chica (Punta Caletilla, fraccionamiento Las Playas;
Dónde comer: La tendencia en Acapulco es la fusión. Kookaburra (Carretera Escénica; 52-74/484-4418; cena para dos, 900 pesos), ubicado dentro del complejo de Las Brisas, utiliza genialmente los ingredientes mexicanos para crear platillos internacionales. No puedes dejar de probar la original comida MexTai de Zibu (Carretera Escénica s/n, fraccionamiento El Glomar; 74/443-3058; cena para dos, 800 pesos), como la cola de langosta Sipadán o el filete de pescado almendrado a la parrilla acompañados por un vino de su cava. Por último, vale la pena darse una vuelta por Madeiras (Carretera Escénica 33 bis; fraccionamiento Guitarrón, 74/446-5636; cena para dos, 900 pesos), el restaurante de Plácido Domingo y el reconocido chef Richard Sandoval, quien ha logrado una excelente combinación entre la cocina latina y la oriental.
Qué hacer: Por su posición privilegiada (a sólo cuatro horas de México), Acapulco superó como zona comercial de desembarco al puerto de Veracruz hasta hace más de un siglo. Ahora, la magnífica costa de esta bahía es el lugar preferido de los amantes de la navegación, los deportes acuáticos y la pesca. La recomendación es rentar un yate o un velero (55/8421-8524; www.yachtrentalsmexico.com), visitar la isla Recoleta y terminar el día con una cena en playa Pichilingue.
Tip de insider: El mejor regalo que puedes hacerte es pasar un fin de semana detox y relajante en el Willow Stream Spa del hotel Fairmont Princess (Playa Revolcadero s/n, Col. Granjas del Marqués; 74/469-1000), una palapa de 1,300 metros cuadrados de la que saldrás renovado y listo para volver a la intensidad de la ciudad.
Autor: Martha Serra
Yelapa, el mar de los placeres
Yelapa es un pequeño pueblo de pescadores inmerso en su propio paraíso. Se ubica en la Bahía de Banderas, Jalisco, sin que ninguna carretera conduzca hasta allá. Tal vez sea por eso que las horas son más largas para relajarse y simplemente disfrutar del día.
Cómo llegar: Para llegar a Yelapa hay que llegar primero a Puerto Vallarta y de ahí seguir al puerto de Tomatlán, donde hay taxis acuáticos o la pequeña embarcación del hotel espera a sus huéspedes.
Perdido en la jungla se encuentra Verana, un pequeño resort que cuenta con ocho casas diferentes. El diseño de cada una está pensado para disfrutar del entorno natural procurando la armonía. En esta temporada abrieron el Day Spa que cuenta con una cama watsu (322/222-0878; habitación doble desde 320 dólares, más 80 dólares diarios por alimentos).
Dónde comer: La Galería ofrece cada día un nuevo menú preparado con productos orgánicos y una selecta colección de vinos. Se recomienda hacer reservación, ya que para cuidar la calidad y la atención en el servicio tienen muy pocas mesas ( 332/209 -5045; cena para dos, 600 pesos).
Qué hacer: Pescar es una opción para quien le gusta madrugar. Conocer las islas Marietas es un buen acercamiento a la fauna marina; otra buena idea es arreglar un picnic romántico en una playa virgen. En el spa del hotel Verana te apapacharán con faciales, masajes, tratamientos corporales y aqua terapia. Ir a la playa de Yelapa a ver el atardecer es un buen aperitivo antes de la cena.
Tip de insider: De diciembre a febrero se pueden ver ballenas en la costa. Por último, algo que no puedes dejar de hacer es tomar un baño bajo las estrellas en el spa, donde la intimidad y la tranquilidad son los principales ingredientes de este ritual romántico.
Chetumal, en la selva
Chetumal está envuelto por el misticismo que despierta la cultura maya, la espesa vegetación, los animales de la selva que acechan desde sus rincones y los sitios arqueológicos, testigos de lo que fue una de las grandes civilizaciones antiguas.
Cómo llegar: El personal del hotel espera tu llegada en el aeropuerto de Chetumal para llevarte unos 65 km al oeste, donde se encuentra el hotel en el que te hospedarás.
Dónde quedarse: The Explorean está completamente rodeado por la selva. Cada habitación tiene un jardín propio con hamaca, y las cabañas cuentan con una pequeña alberca. En las noches despejadas se puede ver hasta la más pequeña y lejana estrella (km 5.65 Carretera Chetumal Escárcega; 55/201-8350; habitación doble desde 2,500 pesos con todo incluido).
Dónde comer: La cocina del hotel está a tu disposición. Por las mañanas, el chef consiente a los huéspedes preparando su desayuno favorito y por la tarde ofrece, cada día, nuevas creaciones culinarias inspiradas en recetas regionales e internacionales.
Qué hacer: Caminatas para explorar Kohunlich y otros sitios arqueológicos, navegar en kayaks por ríos, lagunas y cenotes, además de hacer rappel e ir en bici a conocer uno de los pocos lugares coloniales de Quintana Roo, Chicha-há.
Tip de insider: Después de hacer una actividad física, lo mejor es ir al spa a relajarse con un masaje para quedar como nuevo. Es recomendable que no olvides el repelente y el bloqueador.
Un paraíso en el desierto de Los Cabos
Entre el hermoso Mar de Cortés y el imponente paisaje del desierto, Los Cabos es uno de los destinos más paradisiacos del país. En la franja costera que se extiende entre Cabo San Lucas y San José del Cabo se ha ido consolidando una fuerte industria hotelera.
Cómo llegar: La única manera de ir allí es en avión; las líneas locales cuentan con viajes frecuentes a este destino y cada día más aerolíneas regionales ofrecen el recorrido desde distintos puntos de la República Mexicana.
Dónde quedarse: No hay otro lugar más romántico que Las Ventanas al Paraíso (km 19.5 Carretera Transpeninsular, San José del Cabo; 624/144-2800; habitación doble desde 1,500 dólares), un exclusivo complejo donde predominan el lujo y la privacidad. Aquí no hay masas ni tumultos, y cada huésped se sentirá siempre a sus anchas. Su departamento de romance se especializa en organizar momentos especiales para disfrutar en pareja: desde cenas a la luz de la luna hasta clases de cocina.
Dónde comer: Ve a Cabo San Lucas para comer en el delicioso Nick-San (Blvd. Marina lote 10, local 2, Plaza de la Danza; 624/143-4484; cena para dos, 900 pesos), un restaurante japonés que aprovecha la excelente materia prima de la región para preparar deliciosos sashimis y piezas de sushi, además de los sabrosos callos dinamita y el negi maguro.
Qué hacer: Para los deportistas, Los Cabos es el lugar ideal ya que aquí se puede practicar surf, kayak e, incluso, buceo y snorkel. Si lo que prefieres es la tierra hay muchas actividades en el desierto, aunque la gran favorita es tomar un tour a bordo de motocicletas. Los que de plano prefieren el relax total entonces hay que apuntarse al spa del hotel, en Las Ventanas se ofrecen tratamientos personalizados.
Tip de insider: De todos los campos de golf de la zona el más espectacular es La Querencia, diseñado por Tom Fazio, al que puedes ir previa reservación por parte del personal de Las Ventanas al Paraíso.
Autor: María Pellicer
Xilitla, el surrealismo terrenal
El legado arquitectónico que dejó Sir Edward James ha hecho de Xilitla un lugar fantástico. Las estructuras del pesado concreto se combinan con las delicadas figuras de la vegetación para crear una atmósfera de total asombro.
Cómo llegar: Xilitla está en la huasteca de San Luis Potosí. Se puede llegar desde Ciudad Valles por la carretera 85 hacia Tamazunchale o por Querétaro, tomando la carretera 120 San Juan del Río-Xilitla.
Dónde quedarse: La posada El Castillo fue construida en los años cincuenta con un estilo extravagante que mezcla lo mexicano, lo inglés y lo mudéjar. Cuenta con doce alcobas amplias en las que se puede gozar de total privacidad (Ocampo 105; 489/365-0038; habitación doble desde 60 dólares; no acepta tarjetas de crédito).
Dónde come: En el centro de Xilitla se encuentra el restaurante Cayo’s, donde sirven las tradicionales enchiladas huastecas con cecina (Alvarado 117; 489/365-0044; comida para dos, 160 pesos). En la zona que llaman La Curva está Paco’s, donde vale la pena probar las acamayas al mojo de ajo (carretera México-Laredo, a 2 km de Huichihuayan; comida para dos, 140 pesos).
Qué hacer: Las Pozas de Sir Edward James es un viaje al surrealismo puro. Este excéntrico inglés construyó entre un río, una cascada y la exuberante vegetación escaleras que suben hacia ningún lado y colosales estructuras de columnas con figuras enigmáticas. También se puede contratar un guía para hacer caminatas por las tierras vírgenes donde brotan orquídeas salvajes y donde puedes avistar aves de todo tipo.
Tip de insider: Como a unos 30 metros de las pozas acaban de abrir unas tirolesas de cinco plataformas y un laberinto que es parte de una galería; además, hay unas cabañitas que te dan la sensación de estar acampando junto al río.
Fuente: CNNexpansion
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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