Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México es el país con mayor estrés laboral. Recientemente, el IMSS dio a conocer que el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) afecta a 500 mil mexicanos y puede ocasionar una baja hasta del 50% en la productividad laboral.
Desafortunadamente, nos hemos acostumbrado a vivir con estrés y sólo atacamos los síntomas visibles (dolor de cabeza, trastornos del sueño, problemas en vías respiratorias etc.), pero hemos dejado atrás el trabajo mental y emocional.
A continuación te comparto 4 pasos que pueden ayudarte a reducir tu estrés:
1.- Identifica el origen
Cuando te reconozcas estresado es importante que seas específico con la causa que lo detona y que evites utilizar frases abstractas, de manera que puedas enfocarte en resolver el verdadero problema.
Por ejemplo: “Me siento estresado porque las cosas van mal en el trabajo”. En este caso es importante que definas si tu estrés en el trabajo responde a una mala relación con tu jefe o algún compañero; a un ambiente inestable; falta de claridad en tus objetivos; insatisfacción por las tareas que realizas, etc.
2.- No luches contra él
Si bien es cierto que el estrés puede ocasionar mucho daño a quienes lo experimentan, tanto a nivel físico como mental y emocional, un factor agravante puede ser etiquetar nuestro estado como algo negativo e iniciar una batalla para deshacernos de esta emoción lo más pronto posible.
Recuerda que lo que resistes, persiste. Toma al estrés como un aliado, una señal que tu cuerpo y tu mente te están enviando para indicarte que algo necesita cambiar en tu vida. ¿Qué puedes aprender de esta situación?
3.- Recurre al pasado
¿Quién no se ha sentido amenazado o presionado en algún momento de su vida? El estrés es algo que a todos nos pasa, pero también es algo que siempre pasa, no permanece, y es precisamente porque tenemos todos los recursos necesarios para sobrellevarlo.
Recuerda alguna otra ocasión en la que te hayas sentido estresado y piensa en la forma en que lo afrontaste. ¿Qué estrategias llevaste a cabo para salir adelante? ¿Cuáles de éstas podrías adaptar y utilizar para resolver tu situación actual?
4.- Comienza a actuar
Es común que recurramos a las quejas como una supuesta forma de desahogo, sin embargo, nuestros lamentos no resolverán nada, sólo incrementarán la sensación de ansiedad. Ahora que has completado los 3 pasos anteriores, ya cuentas con las herramientas necesarias para emprender nuevas acciones que te permitan resolver. ¿Qué necesitas hacer ahora mismo para mejorar las cosas?
Tomando el ejemplo inicial es posible que decidas entablar una conversación con tu jefe o colega; tomar un nuevo rumbo en tu carrera profesional; definir y replantearte nuevos objetivos, o cualquier otra idea que te venga a la mente. La clave está en que no te quedes estancado en un estado limitante y te responsabilices de las acciones que llevarás a cabo para erradicarlo.
Fuente: www.altonivel.com.mx / Marcela Hernández es coach ontológico e instructora en temas de desarrollo humano y empresarial. Ha participado en diversos programas de coaching para empresas del sector financiero, salud, gobierno, manufactura, consumo y educación. Síguela en twitter @March_coach
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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