En tiempos pasados nuestra única prueba de identidad se basaba en una credencial física, ya sea de la escuela, trabajo o la credencial para votar. Con lo anterior, era más que suficiente para identificarnos. Posteriormente se desarrolló la identidad basada en huellas dactilares y reconocimiento de voz. Con el avance tecnológico hoy las cosas han cambiado significativamente y nuestra identidad ahora puede ser administrada digitalmente lo que da paso a la identidad digital.
¿Qué es la identidad digital?
La identidad digital es el conjunto de la información relacionada a un individuo, por ejemplo: Nombre completo, dirección, contraseñas, fechas de nacimiento, imágenes, gustos, amistades, etc., lo anterior gestionado online y/o digitalmente.
Como puedes imaginar, nuestra identidad digital es delicada y debe ser gestionada de una forma segura. Si cae en malas manos tu información puede ser usada para suplantar tu identidad y acceder a tus cuentas bancarias y/o crear perfiles de internet falsos.
Históricamente las crisis económicas elevan la incidencia de fraudes online, ya que los ciberataques se incrementan aprovechando el temor y pánico de la población. Solo en la pandemia de Covid-19 los casos de malware y phishing se incrementaron en más de 560% por lo cual nuestra información se vuelve vulnerable y el riesgo de una suplantación digital se incrementa de manera considerable.
¿Cuáles son las consecuencias de una Suplantación digital?
Una vez que tu identidad es suplantada, las consecuencias son variadas y las más populares son:
- Acceso a tus datos financieros y la realización de transferencias de recursos a otras cuentas.
- Tomar el control de tus de perfiles en internet y redes sociales.
- Una vez tomado el control de tus redes sociales, se comunican con familiares y amigos generalmente para pedir dinero.
- Compras en línea
Una de las consecuencias más lamentables es la afectación de tu reputación derivado de las actividades antes mencionadas.
Por otro lado, las empresas también enfrentan estos desafíos ya que son víctimas de robo de propiedad intelectual, actividades financieras, datos de personal, datos de clientes, solo por mencionar algunos.
¿Cómo evitar entonces la suplantación digital?
Ante este problema, existen varios mecanismos para disminuir en gran medida los riesgos de la suplantación digital. A continuación, enumeramos algunos consejos que te pueden ser útiles para estar mejor protegido;
Cuando recibas correos electrónicos, es importante identificarlos y no abrir ningún archivo adjunto si no tienes la seguridad de quien es el remitente.
- No des clic a ningún enlace/liga que desconozcas y que te soliciten datos.
- ¡Cuidado con el phishing! Es común que recibamos correos electrónicos, que parecen auténticos, de compañías de internet o servicios de “streaming” diciendo que nuestra cuenta está bloqueada y que tenemos que acceder poniendo nuestra contraseña de nuevo. Nuestra recomendación es que llames por teléfono a la compañía en cuestión, si es que cuentas con el servicio, y preguntes por la autenticidad del correo electrónico.
- Nunca compartas tus contraseñas y trata de usar contraseñas difíciles de adivinar, puedes usar números, letras mayúsculas y minúsculas y símbolos.
- Siempre usa equipos de cómputo seguros y evitar usar equipos públicos para acceso a redes sociales y sobre todo transacciones bancarias.
- Mantén tu equipo con un buen antivirus. Los antivirus modernos tienen la capacidad de identificar sitios de internet falsos y bloquear ataques.
Los riesgos siempre estarán. Solo resta tomar las debidas precauciones y seguir aprovechando las bondades que la tecnología nos brinda.
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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