(CNNexpansión) Apple estará bien bajo la dirección interina del veterano director de operaciones Tim Cook. Pero llegará el día en que la junta directiva tenga que buscar a un reemplazo permanente para su icónico líder.
En el largo, triste y desinformado debate sobre la salud de Steve Jobs, siempre ha habido dos conversaciones paralelas sobre lo que sucederá si el CEO de Apple tuviera que abandonar la dirección prematuramente.
Por un lado está la cuestión de qué pasará con Apple a corto plazo. Esa interrogante ha quedado más o menos aclarada en el transcurso de las dos ausencias temporales de Jobs por emergencias médicas: Apple continuó sin contratiempos. Sí, el precio de sus acciones cayó, pero bajo la dirección de Tim Cook la compañía no perdió el ritmo. Introdujo nuevos productos, contrató nuevos ejecutivos, gestionó complicadas ofertas de productos, todo mientras Jobs atravesaba su convalecencia.
La otra cuestión, más importante aún, es qué sucederá con Apple a largo plazo, luego de que los planes esbozados por Jobs se hayan agotado. El panorama es menos optimista. "Cualquiera que piense que Apple podrá seguir avanzando sin Steve se engaña" sostiene un ejecutivo de Apple a quien no le gusta especialmente Jobs, pero admira su capacidad para cautivar y aterrar a sus subordinados.
Hagamos una pausa por un momento y expliquemos el comunicado de prensa que Apple emitió el lunes pasado, un ejemplo clásico de su peculiar método de comunicarse con el mundo.
Ya se rumoraba en recientes semanas que Jobs se había ausentado de la firma, pero la navidad es una época donde se puede ocultar fácilmente la ausencia de un ejecutivo. Apple se las ingenió para mantener en secreto los últimos problemas de salud de Jobs y después emitió una declaración que decía todo y nada a la vez. Consideremos:
El "Aviso para los medios" que Apple envió lleva la hora "13.42 UTC", una extraña variante del horario meridiano de Greenwich, y llegó a mi buzón a las 5:47 de la mañana en California. Sin conocer los eventos que dieron pie al anuncio, vale la pena destacar que el aviso apareció en un día en que no operan los mercados estadounidenses. Los inversores de Apple tienen todo un día para digerir la noticia. Los dos contactos que aparecen en el comunicado no dicen nada que valga la pena a los reporteros que los llaman para informarse. Lo mismo sucede con todo inversionista que llamó al departamento de relaciones con inversores de Apple.
El comunicado de Apple no es un comunicado de prensa formal, sino un correo electrónico que Steve Jobs envió a sus empleados. Se dirige a ellos como "Equipo" y dice "A solicitud mía, la junta directiva me ha otorgado una licencia médica para ausentarme y concentrarme en mi salud. Continuaré como CEO y participaré en las principales decisiones estratégicas de la empresa." En la última licencia médica, Jobs indicó la fecha de su regreso. En esta ocasión es indefinida. Al no dejar el cargo de CEO semeja a un déspota achacoso que gobierna un país sin renunciar a su título mientras viaja al extranjero en busca de un tratamiento médico. Claro que sigue siendo el CEO. Mientras su iPhone funcione donde esté, puede participar en las "principales decisiones estratégicas."
Jobs dice que le pidió a Tim Cook asumir "la responsabilidad de todas las operaciones diarias de Apple". La palabra interesante aquí es "todas". Cook ya era responsable de las operaciones cotidianas de Apple, de allí que ampliar esa frase a "todas" refleja la necesidad de que alguien gobierne sobre los edictos de todo tipo. "Apple es un país, como tal, necesita un líder" apunta el mismo ejecutivo que cree que Jobs es indispensable.
Jobs finaliza el correo diciendo que ama a Apple, que volverá tan pronto como pueda, y pide respeto para la privacidad de su familia. Un respeto que desde luego no obtendrá porque toda celebridad internacional que usa su fama para vender sus productos no puede esperar mucha privacidad.
¿Qué sucederá después? Si Jobs regresa al trabajo, esto será sólo un traspié para Apple. Sin embargo, si asumimos lo peor, Apple caminará por un periodo de tiempo, y el mundo sabrá cuán talentoso es el equipo gerencial de la compañía. Un grupo unido que ha trabajando en conjunto por años y que responde bien al liderazgo de Tim Cook.
Más tarde, no obstante, vendrá el diluvio. Aparte de Cook, quien no se parece en nada a Jobs, ¿qué forastero será tan insensato como para aceptar la misión de reemplazar a un ícono? Y si el relevo llega desde dentro de la firma ¿quién esperará infundir el respeto y el temor como lo hace Jobs?
Fuente: CNNexpansión / Por: Adam Lashinsky
Publicado por: TuDecides.com.mx
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