El 2021 terminó y, como cada año, es momento de hacer un cierre en nuestras empresas para entender qué funcionó, qué no y así podamos comenzar la planificación estratégica del 2022. El reto es diseñar un plan estratégico poderoso pero claro y sencillo que nos ayude a trazar la ruta de lo que debemos lograr en el corto, mediano y largo plazo.
Para diseñar un gran plan debemos entender lo que es estrategia: la estrategia no se trata de “cómo lo vamos a hacer”, en cambio trata sobre “¿Qué queremos lograr?” Se suele confundir planeación con ejecución.
Verne Harnish, autor del bestseller Scaling Up (Dominando Los Hábitos de Rockefeller 2.0): Cómo Es Que Algunas Compañías Lo Logran...Y Por Qué Las Demás No divide a la estrategia en "pensamiento estratégico", que es definir todo lo que se quiere lograr con objetivos, metas e indicadores; y la "planeación de la ejecución" que es el cómo se logrará. Las planeaciones son complejas y estos son los errores más comunes que he encontrado cometen los líderes empresariales:
Error 1. Esperar a inicios de año para planificar: lo mejor es anticiparse hasta un trimestre antes e ir realizando ajustes durante la ejecución del plan, de esperar, podrías llegar muy tarde y estar expuesto a las condiciones para definir lo que quieres lograr.
Error 2. Diseñar planes complejos y elaborados: a los líderes se les ha enseñado que la estrategia es algo complejo que requiere de grandes presentaciones en Power Point cuando, en realidad, es algo que se debe comunicar de forma sencilla para que cualquier miembro del equipo la pueda entender y ejecutar.
Error 3. Tener diferentes ideas sobre a dónde se quiere llegar: al igual que no saber a dónde ir, tener diferentes ideas sobre una meta ocasiona que se pierda enfoque y tanto directivos como empleados no tengan claridad sobre a dónde dirigir sus esfuerzos.
Antes de comenzar tu planeación estratégica te recomiendo hacer estas preguntas estratégicas clave:
- ¿Qué es lo más importante para mejorar en tu negocio en 2022?
- ¿En qué vas a crecer este año (ventas, márgenes, productos, calidad)?
- ¿Qué es lo importante para escalar? (solucionar sistemas, adquirir clientes)
- ¿Cuáles son los retos que podrías enfrentar en tu mercado o industria?
Una vez que lo tengas claro, ahora sí es momento de desarrollar tu Plan Estratégico. Utiliza herramientas especializadas, mi favorita es el Plan Estratégico en Una Página de la metodología Scaling Up pues te permite definir y aterrizar, en sólo una página, todo tu plan con tu propósito, objetivos, metas, indicadores (KPIs), medidores y responsables.
Veamos ahora los elementos que debe contener un buen plan de negocios:
1. Propósito o el por qué de tu organización: las empresas en crecimiento saben dónde quieren estar los próximos 10 o 20 años. Tal vez te parezca una locura pensar en el largo plazo el día de hoy, pero esto es crucial porque sirve de brújula para todos en la organización y, aunque prevalezca el caos y la ruta cambie constantemente, tu empresa se mantendrá hacia su gran meta.
Un propósito también ayuda a tener todo tu equipo motivado y alineado, pues cada quién sabe qué debe hacer para mover su empresa en esa dirección. Las marcas que tienen un propósito claro experimentan un 400% más de rentabilidad que aquellas que no lo hacen.
2. Objetivos de 3 a 6 años: una vez establecido tu propósito a largo plazo puedes definir objetivos a mediano y corto plazo para irte acercado a ese gran objetivo, con promesas de marca cuantificables para tus clientes (aquello por lo que quieras ser reconocido) y con las principales capacidades y enfoques clave que tu empresa debe seguir en ese periodo de tiempo.
3. Metas o resultados que deben lograrse en los próximos 12 meses con “responsabilidades por función”: es decir, definir quién es el responsable de qué prioridad en tu organización en el año para que puedan estar alineados y enfocados a los resultados.
Como afirma Verne Harnish: "si más de una persona es responsable, entonces nadie es responsable". Obtener responsabilidades claras es crucial, debe haber una persona responsable asignada a cada célula dentro de la organización.
4. Indicadores e instrumentos de medición: “lo que no se mide no se puede mejorar”, por eso, tener los datos correctos de manera oportuna con métricas precisas te permite predecir, tomar mejores decisiones, rectificar y solucionar problemas específicos. Tener los datos correctos te permitirá saber los avances de cada área y ajustar el rumbo de lo que funciona como de lo que no.
5. Considera las tendencias globales: no solo estamos hablando de tendencias específicas de tu industria o la región. La aparición de ciertas tecnologías y diversas tendencias sociales o políticas, como la que atravesamos este año en la guerra comercial EE.UU versus China, son los tipos de eventos globales que pueden afectar tu negocio; es importante estar atento a ellos.
No esperes a tener un plan perfecto que podrías implementar demasiado tarde, comienza con un buen plan y mejóralo sistemáticamente para que se convierta en ese gran plan que necesitas para escalar en 2022.
Fuente: entrepreneur.com / Por: Daniel Marcos
Publicado por: TuDecides.com.mx
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