Decidir si se debe promover un empleado a un puesto gerencial es una decisión que deben enfrentar muchos emprendedores. No todo empleado nació para ser líder. Pon atención a las características del candidato potencial antes de ofrecerle un ascenso, en lugar de solamente ver que tan bien se ha desarrollado el individuo en tu negocio.
Aquí hay 7 señales de peligro que muestran que tal vez un buen colaborador no será un gran jefe.
1. Nunca pide ayuda
Cuando un empleado eficiente no pide ayuda puede parecer muy talentoso y proactivo. Aunque es genial tener colaboradores de este tipo, no necesariamente se traducen en buenos managers. Un estudio de 2007 del Institute for Corporate Productivity encontró que 46% de las compañías encuestadas dudaban de las capacidades de este tipo de individuos para delegar tareas.
Los buenos jefes saben encargar labores a sus subordinados y piden retroalimentación de su equipo. Si un empleado jamás le pide ayuda a sus compañeros, puede ser una señal de que no se acercará a los demás una vez que sea promovido.
2. Ignora los problemas de sus compañeros
Empleados que dan “el extra” en sus proyectos, pero que evitan ayudar a los demás, no sirven para ser managers. Un análisis de Gaqllup descubrió que 57% de los empleados que se sienten ignorados por sus jefes, no se comprometen con sus labores. Los buenos jefes están dispuestos a ayudar a sus empleados cuando lo necesitan y no ignoran los obstáculos de sus equipos.
3. Le echan la culpa a los demás
Cuando algo va mal en un proyecto, ¿el empleado se sacude la responsabilidad? Los buenos managers se saben responsables cuando surge un problema y son los primeros en reaccionar para tratar de resolver las cosas.
Un empleado que es promovido debe demostrar integridad. De acuerdo con una encuesta de TellYourBoss.com, el 20% de los empleados asegura que su jefe carece de esta característica.
4. Le falta pasión
Antes de ascender a un empleado, fíjate en su nivel de pasión. Los buenos jefes inspiran a sus equipos. Según un estudio de LeadershipIQ, las personas que interactúan con sus jefes al menos 6 horas a la semana, están 29% más inspirados que aquellos que solo conviven una hora o menos.
5. No se fija en las metas a largo plazo
Muchos empleadores tienen trabajadores rockstar que cumplen con los objetivos semanales y exceden las expectativas. Pero solo porque un empleado es bueno logrando las metas de corto plazo, no significa que entiendan que lo urgente no siempre debe ser atendido antes que lo importante.
Los buenos jefes ven el panorama completo. Saben crear objetivos de corto alcance con los que sus equipos se acercan a las metas generales.
6. No les interesa seguir aprendiendo
Aunque no hay empleado que sepa TODO sobre su trabajo, tener la iniciativa de aprender todo lo posible es muy importante. Si un colaborador no demuestra esta “hambre”, tal vez no sea el mejor candidato para el puesto.
Pon atención a aquellos empleados que buscan mejoras sus capacidades. Los buenos candidatos para puestos gerenciales tienen iniciativa que buscan que su desarrollo personal / profesional sea una prioridad.
7. Se van justo a las 5 p. m.
Los empleados que tienen prisa por salir de la oficina justo a la hora de salida (o incluso antes) todos y cada uno de los días, tal vez no es el mejor candidato para el puesto gerencial. Aunque no es absolutamente necesario trabajar tarde todos los días, hacerlo cuando se necesita es crucial.
Los buenos candidatos para puestos gerenciales están dispuestos a invertir tiempo para lograr las metas de trabajo y ayudar cuando se necesite.
¿Cuáles son otras señales a las que hay que poner atención antes de promover a un empleado?
Fuente: www.entrepreneur.com / Por: Heather R. Huhman
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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