Nadie puede negarlo: los Certificados de la Tesorería (cetes) no han sido el mejor negocio en los últimos meses, pues han mostrado una baja en la tasa de interés. Recordemos que los cetes son bonos de crédito al portador emitidos por el Gobierno Federal, por lo tanto, significa que ese dinero se lo prestas a la nación, esperando recibir una gratificación de vuelta (tasa de interés).
Sin embargo, si la economía no crece a los niveles que se esperan, difícilmente lo pueden hacer los instrumentos de inversión derivados directamente de esta. ¿Y porqué se dice que no son buena inversión? Sencillo: porque su rendimiento está por debajo de la tasa de la inflación, lo que significa que tu dinero invertido en cetes pierde valor en el tiempo.
Invertir en cetes no es tan malo
Ahora bien, esto no es para siempre. Como sabemos el mercado fluctúa constantemente por lo que tampoco se deben desestimar del todo. Los cetes siguen siendo buen recurso para los fondos de contingencia, por ejemplo. Porque te dan liquidez en el corto plazo y al menos te recompensan más que si tuvieras tu dinero guardado en tu cuenta de nómina, como lo hacen la mayoría de los mexicanos por desconocimiento de otros instrumentos financieros.
Además, recordemos que el fondo de contingencia es para emergencias que se te puedan presentar sin esperarlas, como tener que pagar el deducible de un seguro, derivado de algún accidente, o para reparar el refrigerador que se descompuso. Por lo que no son fondos en lo que se deba acumular mucho dinero, sino solo el suficiente para hacerle frente a estos imprevistos.
No invertir en cetes, por el momento, es mejor
No obstante, si tu objetivo de inversión tiene un plazo más largo que los 28, 91, 182, 364 días en los que se vencen los distintos tipos de cetes, definitivamente, este no es el instrumento que más te conviene. Pero, ¡Ojo! porque esto va aunado también a tu tolerancia al riesgo. Una máxima de las inversiones es que a mayor ganancia, mayor riesgo y no debemos de perderla de vista nunca.
La inversión en cetes es una de las más moderadas o conservadoras que existen, también por eso el margen de ganancia no es tan amplio, pero puede garantizar cierta tranquilidad a los que invierten en ellos.
Entonces, volvamos al principio, los cetes no son mala inversión, sino que dependen de para qué los utilices; es decir, de tu perfil de inversionista. Si eres un poco más arriesgado, tienes montos acumulados que superan los $10 mil pesos y tus metas son para el mediano y largo plazo, existen mejores instrumentos que te darán un mayor rendimiento que los cetes.
¿Cuáles? Primeramente, los fondos de inversión o los seguros dotales, pues en el primer caso se tratan de carteras diversificadas que pueden contener una mezcla no solo de deuda, sino de renta variable, commodities y otros instrumentos. Incluso, pueden contener no solo títulos del mercado mexicano, sino de otros, como el de mercados emergentes o especializados. Esto les permite que su rendimiento pueda ser mayor al benchmark que hemos establecido: la inflación.
En el segundo caso, el de los seguros dotales, suelen ser también un instrumento más rentable, pues sus plazos mínimos son desde cinco o 10 años, lo que les permite recuperarse de las fluctuaciones diarias del mercado. Además, está estrictamente regulado en lo que pueden invertir, por lo que no se pueden considerar instrumentos de bajo riesgo. Las tasas que ofrecen por lo general son fijas y las aportaciones voluntarias, nos obligan a ser disciplinados con la estrategia.
Mismo caso al anterior, sucede con las afores, que también pueden representar otro instrumento alternativo a los cetes, mediante la subcuenta de ahorro voluntario, que al tener plazos de dos y seis meses hasta de un año, permiten mejor rendimiento acumulado.
La clave es el perfil
Entonces, más que acusar a los cetes de no ser un buen instrumento de inversión, lo que se debe de pensar y analizar es la estrategia que queremos seguir y el perfil de inversionista con el que nos identificamos. Recuerda que los tres elementos básicos para definir esta tarea son plazo, meta y aversión al riesgo. Solo estas tres variables pueden darte las pistas de qué instrumento es el mejor y para qué objetivo.
Y una cosa más, no olvides las ventajas que puede dar una cartera diversificada. Es decir, lo recomendable no es que inviertas todo tu dinero en un solo instrumento, sino que lo repartas de acuerdo a lo que ya hemos mencionado antes.
Busca asesoría, aumenta tu cultura financiera y mantente pendiente de las noticias para estar seguro de que tu estrategia financiera es la mejor para ti.
Fuente: www.altonivel.com.mx / POR: Alejandra Palomares
Publicado por: TuDecides.com.mx
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