Videgaray, secretario de Hacienda, ha dicho que la reforma fiscal que propondrá el Ejecutivo será redistributiva, basada en el impuesto progresivo, lo cual supone que quien más ingreso genera más paga, no en términos de pesos, lo cual es correcto, sino en términos porcentuales, lo cual es injusto, ya que entonces no se cumplen con las dos características de los “buenos” sistemas tributarios:
la equidad (que todos paguen lo mismo) y la proporcionalidad (que quien genera más ingreso pague más), lo cual se logra con la misma tasa en todos los casos.
Supongamos que A genera 1,000 pesos de ingreso, y que paga el 10% de impuestos, es decir, 100 pesos. Supongamos que B genera el doble de ingreso que A, 2,000 pesos, y que producto de las ideas socialistas (que se resumen en una sola: quitarles a unos para darles a otros), siempre a favor del impuesto progresivo (a mayor ingreso mayor tasa), paga 20% de impuestos, es decir, 400 pesos. Supongamos que C genera, mensualmente, el triple de ingreso que A, 3,000 pesos, y que, consecuencia de las ya mentadas ideas socialistas a favor del impuesto progresivo, paga el 30%, es decir, 900 pesos.
Todo lo anterior, ¿es justo? No, claro que no, ya que B, quien gana el doble que A, peso sobre peso paga, no dos veces más que A, ¡que sería lo justo!, sino cuatro, al tiempo que C, quien gana el triple que A, peso sobre peso paga, no tres veces más que A, ¡que sería lo justo!, sino nueve.
¿Qué pasa si, dejando de lado las ideas socialistas, descartando el impuesto progresivo, y sustituyéndolo por uno de tasa única, a todos -A, B y C- se les cobra el 10%? Que entonces B, quien gana el doble que A, paga, peso sobre peso, exactamente dos veces más: 200 pesos, al tiempo que C, quien gana el triple que A, paga, peso sobre peso, exactamente tres veces más: 300 pesos, lográndose la equidad (todos pagan la misma tasa) y la proporcionalidad (quien genera más ingreso, peso sobre peso, paga más, y lo hace en la proporción exacta en la que genera más), tal y como debe ser.
El impuesto progresivo al ingreso (que también se puede aplicar al consumo, distinguiendo, por ejemplo, consumo básico de consumo suntuario, gravando poco el primero y mucho el segundo), es inequitativo por no respetar la proporcionalidad, algo que a los socialistas les tiene sin cuidado (y no hay que olvidar, uno, que el PRI es un partido que pertenece a la Internacional Socialista y, dos, que hoy gobernar, independientemente de que el partido en el poder sea de izquierda, centro o derecha, es sinónimo de redistribuir, por lo que todos los gobiernos son, en mayor o menor medida, de una u otra manera, socialistas, cuya esencia es: quitarles a unos para darles a otros).
Por último, no olvidar que en México el Impuesto sobre la Renta ya se cobra de manera progresiva, de tal manera que lo que el Ejecutivo Federal quiere es mayor progresividad. ¿Se saldrá con la suya? Esperemos que no (los legisladores tendrán la palabra).
Fuente: www.mundoejecutivo.mx / En Twitter: ARTURO DAMM ARNAL / @ArturoDammArnal
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