(CNNexpansión) Por más que la encendiste y apagaste, tu computadora no reacciona, la pantalla está azul y después de pensarlo un poco llegaste a la conclusión de que es momento de comprar un nuevo equipo; sin embargo, el problema es que no tienes dinero suficiente para adquirirlo de contado.
Las tarjetas de crédito, préstamos personales, ventas nocturnas, meses sin intereses y hasta pagos semanales aparecen ante ti como un abanico de posibilidades abierto y disponible para apoyar la situación, pero ten cuidado, elegir mal el esquema de pago de un artículo puede aumentar por mucho el costo del mismo.
Al comprar un artículo con un esquema de pagos diferidos el precio puede resultar hasta 38% más caro que adquirirlo de contado, así lo señala el último estudio "Quién es Quién en los Precios" realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explica que al comprar un artículo que no puedes liquidar existen cuatro tipos de crédito para adquirirlo: en pagos ‘en abonos', a meses sin intereses y en una sola exhibición con tarjeta de crédito o préstamo personal.
A excepción de la modalidad de tarjeta de crédito, los esquemas de crédito pueden resultar muy atractivos porque, ya sea que se trate de la modalidad que te ofrece la tienda o el banco, los anuncios siempre buscarán que creas que pagas muy poco cada mes.
Un ejercicio realizado por la Profeco concluyó que un artículo con un valor promedio de 10,000 pesos puede costar 3,000 más dependiendo la modalidad de pago en tiendas como Famsa, Coppel y Sears, donde se ofrecen pagos mensuales, quincenales y semanales.
Por ello, toma nota de los tres principales mitos de los ‘pagos chiquitos' que no siempre te permiten ‘pagar poquito'.
Mito 1: Todas las compras ‘a meses' son sin intereses: Cuando vas a un autoservicio que presenta ofertas en línea blanca y electrónica es común ver la leyenda "20% de descuento y hasta 18 meses para pagar".
Como en México es muy común la práctica de meses sin intereses es casi natural pensar que sólo es cuestión de dividir el costo entre el número de mensualidades, sin embargo las tiendas no siempre lo plantean así. Es muy importante que te fijes que el precio de contado sea el mismo que el de la suma de las mensualidades que se presentan, muchas veces puede ser que el artículo que quieres tenga un precio de, digamos 1,200 pesos y el pago a 12 meses sea de 110 pesos, si sumas al final ya no te costará 1,200 sino 1,320, 10% más del valor de contado.
Mito 2: Comprar a meses sin intereses es una excelente idea en tecnología: Comprar una computadora a 6 meses te permite hacerte de una herramienta de trabajo de manera sencilla y adecuada a tu bolsillo, pero comprar un celular que está fuera de tu presupuesto aprovechando una promoción de hasta 48 meses sin intereses puede ser un grave error, basta pensar cuánto tiempo llevas con tu último celular, seguro no más de 2 o 3 años, ahora piensa si realmente te ves en cuatro años con el mismo celular, y aún más importante cuánto tiempo amparará la garantía en caso de requerir una compostura.
Mito 3: Los meses sin intereses nunca generan intereses: Imagina que compras un televisor que cuesta 6,000 pesos a 6 meses sin intereses, esto implica que, al momento de deslizar tu tarjeta no se hará un cargo por 1,000, sino por 6,000 pesos, y tu banco solicitará que pagues 1,000 cada mes hasta liquidar el saldo total, el resto del costo permanece como adeudo pendiente.
Así los meses sin intereses pueden generar una tasa peligrosa de interés si, por ejemplo, pagas 900 pesos en vez de 1,000 el primer mes.
Esto querrá decir que si bien sólo te faltaron 100 pesos por pagar, los intereses de ese mes se calcularán sobre el adeudo total, es decir sobre los 5,100 pesos que restan por pagar, y por ejemplo, si tu costo anual es de 24%, por no haber pagado los 100 pesos pagarás faltantes pagarás alrededor de 102 pesos de intereses en tu siguiente estado de cuenta mensual, esto ocurre porque los intereses se calculan sobre el adeudo total de tu tarjeta, imagina cuánto pagarías si ya tuvieras otros adeudos por pagar en tu cuenta.
Para evitar que los esquemas de pago atenten contra tus finanzas, la Condusef recomienda seguir los siguientes tips:
1. Evalúa cuánto vas a pagar en total, compara el precio de contado con la suma que pagarás una vez que concluya el crédito.
2. Los créditos a plazos semanales generalmente resultan más caros que los quincenales y estos últimos más caros que los mensuales (esto dependerá del monto de la parcialidad). Pregunta si es forzoso realizar el pago en el establecimiento, si es así, contempla el gasto de transporte, gasolina y estacionamiento que deberás cubrir cada vez que vayas a pagar.
3. Considera el impacto de tus pagos en tu presupuesto, pregúntate si te sentirás igual de emocionado el año próximo cuando tu computadora valga mucho menos de lo que cuesta ahora y tú sigas pagándola.
4. Al pagar con tarjetas considera las tasas de interés y el Costo Anual Total (CAT). La tasa de interés es el precio que pagarás por el dinero prestado. El CAT es el costo total del financiamiento a un año, incluidos conceptos como enganche y comisiones.
Fuente: CNNexpansión / Por: Viridiana Mendoza Escamilla
Publicado por: TuDecides.com.mx
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