NUEVA YORK — Cuando te encuentras al borde de un precipicio, el consejo básico para mantener la calma es no mirar hacia abajo. El año que viene, no mires hacia arriba.
A nivel de 9,100 metros de altura, la economía mundial parece tan tormentosa como lo ha sido desde que la crisis financiera irrumpió. Europa sigue sumida en la deuda. China se enfrenta a una tasa de crecimiento más lento y a una burbuja inmobiliaria en expansión.
En Estados Unidos, los temores sobre cómo el Gobierno manejará el precipicio fiscal -las alzas de impuestos y recortes presupuestarios programadas para comenzar a finales de año- impulsaron a las empresas a retrasar el gasto de capital y la contratación, borrando el poco impulso que la economía tenía camino a 2013.
Sin embargo, si bajas la mirada hacia el suelo, la imagen se ilumina. Las oscuras sombras que proyectaban una nube sobre los consumidores están empezando a desaparecer a medida que los mercados de vivienda y trabajo se calientan gradualmente. Preparadas correctamente, estas extrañas condiciones podrían representar una oportunidad.
En el artículo Make More in 2013 de la revista Money aprenderás cómo obtener más ingresos por inversiones en un momento de tasas superbajas; por qué, como un vendedor o comprador potencial de vivienda, tienes que dejar de estar de brazos cruzados, y cómo puedes empezar a explorar las oportunidades de empleo de nuevo.
Primero, daremos una mirada a la economía de Estados Unidos y a lo que está contribuyendo a crear una perspectiva más optimista para el crecimiento.
La economía
¿Por qué es mucho mejor la vista desde tierra firme que la vista desde las alturas? Tres palabras: empleo, deuda y vivienda.
Los empleos van a volver. La contratación difícilmente es sólida todavía, pero la tasa de desempleo está muy por debajo de su pico de 10%. Para este punto del año próximo, la economía debe estar sumando 173,000 empleos al mes, frente a los 157,000 de este año, según la National Association for Business Economics.
"Veremos un aumento lento pero constante en el empleo durante todo el año", dice Sean Snaith, profesor de economía en la Universidad de la Florida Central. "El péndulo se está desplazando hacia los trabajadores nuevamente".
La rapidez con que el péndulo cambie depende en parte de la rapidez con que la niebla sobre los impuestos y los recortes presupuestarios se disperse. Las empresas están en un compás de espera, pero están en mucho mejor forma financiera que desde la crisis crediticia.
La deuda del consumidor se está reduciendo. Los balances generales de las familias estadounidenses parecen bastante saludables. Los consumidores han reducido sus niveles de deuda a plazos, y eso, combinado con bajas tasas de préstamos para viviendas y automóviles, ha aliviado las cargas de pago significativamente.
"No seremos otro Japón, que perdió dos décadas lidiando con la deuda", dijo Hank Smith, presidente de inversiones de Haverford Trust. "En los sectores empresariales y del hogar, eso ya está teniendo lugar".
Finalmente, la vivienda está volviendo. Durante cinco años, el mercado de bienes raíces ha proyectado la más larga de las sombras. Ahora el sol está sobre nuestras cabezas.
En muchas áreas, el inventario de viviendas en el mercado se ha reducido 20% o más desde hace un año. A nivel nacional, hay 1.8 millones de casas a la venta. En el pico, en el verano de 2007, esa cifra era más del doble. Las ventas de casas unifamiliares, por su parte, subieron 11% en los 12 meses hasta septiembre. La demanda debe permanecer elevada a medida que la Fed sigue comprando bonos para que las tasas hipotecarias se mantengan bajas.
Y para la mayoría de las familias, su casa -no las carteras de acciones- son su principal activo.
"El efecto riqueza vinculado a la vivienda puede ser muy poderoso", dice Diane Swonk, economista en jefe de Mesirow Financial. No es de extrañar que la confianza del consumidor esté en un punto tan alto como en 2007.
Un auge en la construcción de nuevas casas impulsará los empleos, y viceversa, dice Patrick Newport, economista de IHS Global Insight. Cada vivienda nueva que se construye genera un promedio de tres empleos durante un año. Y eso sin contar el efecto dominó, por ejemplo, entre los minoristas a medida que las personas compran muebles y electrodomésticos para sus nuevos hogares.
Las buenas noticias: Las viviendas iniciadas subieron a una tasa anual de 872,000 este año, la más alta desde la crisis financiera. Y se espera que aumenten a 900,000 en 2013.
El momento no podría ser mejor. Muchos economistas piensan que el Congreso y la Casa Blanca finalmente acordarán un paquete de medidas de austeridad -para reducir el déficit- que asciende a entre el 1% y el 1.5% del PIB.
Históricamente, la vivienda ha representado el 5% del PIB. Hoy en día es la mitad de eso. Si las inversiones en bienes raíces saltan un punto porcentual o un poco más del PIB el año próximo, la economía podría absorber el impacto de la austeridad y alcanzar su esperada tasa de crecimiento de 2%. No es genial, pero no un desastre.
¿Qué puede alterar el pronóstico para el próximo año?
Un ataque militar contra Irán. Un ataque israelí contra Irán, para evitar que Mahmoud Ahmadinejad consiga un arma nuclear, impulsaría la gasolina por encima de los cinco dólares por galón, metiendo freno al crecimiento.
Los adultos toman el control. ¿Quién puede decir que la Casa Blanca y el Congreso no pueden resolver un acuerdo sobre los impuestos y el gasto, o por lo menos llegar a una solución que aleje bastante el peligro?
Los nuevos gobiernos mundiales. El camino hacia la recuperación de la economía mundial podría ser desviado por un cambio de liderazgo en Pekín este año y las elecciones en Alemania e Italia en 2013.
Un rebote del euro. Un euro en alza no sólo impulsaría la recuperación del sector manufacturero estadounidense, sino que además la ganancia de la divisa sería una señal de que la crisis en Europa está disminuyendo.
España rechaza la ayuda. El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a comprar bonos de España para evitar que la atribulada nación caiga en una espiral de deuda. ¿Acaso será el primer ministro Mariano Rajoy demasiado orgulloso para pedir ayuda?
Una guerra comercial en Asia. Una disputa sobre quién es dueño de unas pequeñas islas en el Pacífico ha desatado una disputa entre China y Japón. Una escalada podría suprimir el comercio en una de las pocas regiones que están creciendo.
Fuente: CNNExpansión / Por: Paul J. Lim
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