Dentro del sistema mexicano de recaudación tributaria existen diversos decretos para pagos especiales en sectores como alimentos básicos y lo relacionado a la salud; sin embargo, aquellos dedicados al arte también son favorecidos bajo el programa de pago en especie promovido por el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
A partir de una sugerencia de David Alfaro Siqueiros en 1957 para ayudar a los artistas a cubrir los montos tributarios y promover el arte nacional, desde hace 53 años, el programa de pago en especie recaba alrededor de 167 obras anuales entre pintura, escultura, gráficos, fotografía y tapices; de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la colección asciende a 4,044 piezas tasadas en 217 millones de pesos, de acuerdo con los datos de 2009.
El valor fuerte de la colección se centra en que incluye obras de artistas cotizados internacionalmente como Tamayo, Rivera o Siqueiros, y a pesar de que el monto total es elevado, dependiendo de la obra y el artista, el precio se incrementa.
Especialistas en contaduría e impuestos afirmaron que este sistema de recaudación no afecta en nada al erario público ya que se trata de cargos al ingreso y no al consumo.
“Esto no afecta más que en la disponibilidad de líquido, pero es una manera de hacer que incluso los artistas que no pueden materializar sus ganancias tan rápido estén cautivos y cubriendo el tributo al 100%, ya que el consejo que valúa las piezas se encarga que estas cumplan con el monto a pagar por declaración. Yo no diría que está mal, porque ayuda a un mercado nicho y se trata de que todos de alguna u otra forma paguen”, aseguró Flora Blanes, especialista en contaduría de la Universidad Panamericana.
La colección de obras de arte del SAT, de la cual se utiliza una tercera parte para decorar recintos gubernamentales y oficinas de funcionarios a lo largo y ancho de la República, no es dañina para el sistema fiscal, cuando el mayor problema en cuanto a la recaudación se centra en que el pago por ingreso es más elevado que por consumo final.
Lo estimado en recaudación según el Proyecto de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2011, es poco más de 1.469 billones de pesos; de los cuales, lo referente al ingreso suma 693,672 mdp por Impuesto Sobre la Renta (ISR) y 60,537.9 mdp por el Impuesto Especial a Tasa Unica (IETU).
Por el contrario, lo que se estima recaudar por consumo final son 553,197.8 mdp referente al Impuesto al Valor Agregado (IVA); el hecho de que se grave menos, en lo que la mayoría gasta más, limita la base de la pirámide tributaria.
“Ahora lo que se está buscando hacer para mejorar estos sistemas de pago de impuestos, no es quitar estos decretos, como la devolución inmediata del IVA por parte de instituciones de salud, o el pago en especie de arte, sino ampliar la base tributaria gravando más en el consumo que en el ingreso y de esta manera incluso los comerciantes informales estarían pagando impuestos ya que todos estarían bajo una política impositiva, de esta manera incluso el IVA podría bajarse”, sugirió Blanes.
En suma se sugiere prestar atención al gravamen por consumo, es decir al IVA y no tanto al ISR o al IETU, ya que al momento de consumir, el artista, el empresario o ama de casa estaría sujeto a una tasa impositiva, aunque esta opción no es generalizada en el ambiente público ya que puede afectar a los que ganan menos y los costos políticos de una medida de este tipo se traducen en las opiniones populares, que muchas veces afectan la empatía de un partido con su electorado.
Fuente: www.MundoEjecutivo.com.mx / Por Gabriela Chávez Avilés
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