(Reuters) - El Gobierno de Estados Unidos elevó el lunes al máximo la presión sobre las debilitadas automotrices General Motors Corp (GM) y Chrysler, al ordenarles que tomen medidas aún más dolorosas para sobrevivir o que enfrenten la bancarrota.
El presidente, Barack Obama, aseguró además que será limitada una nueva ayuda estatal a las firmas, que ya recibieron US$17,400 millones en un plan de rescate.
"No podemos, no debemos y no dejaremos que nuestra industria automotriz desaparezca", dijo Obama un día después de haber rechazado los planes de reformas presentados por las dos empresas y forzar la renuncia del jefe de GM, Rick Wagoner. "Es un pilar de nuestra economía que mantuvo en pie los sueños de millones de personas", agregó.
Obama promete financiar las operaciones de Chrysler durante los próximos 30 días mientras termina de sellar una alianza global con la italiana Fiat.
GM, en tanto, tiene 60 días para reformular su plan, mientras que su nuevo presidente ejecutivo dijo que podría aceptar una reestructuración controlada por una corte. La firma había pedido US$16,000 millones en préstamos al Estado tras haber recibido en diciembre US$13,400 millones, mientras que Chrysler estaba pidiendo US$5,000 millones tras haber tomado US$4,000 millones.
Jared Bernstein, miembro del grupo asesor de la Casa Blanca para el sector automotor, dijo a Reuters Television que un proceso que separe los activos malos de GM y Chrysler para enviarlos a un proceso de quiebra es una posibilidad.
En un intento por impulsar las ventas de autos desde sus mínimos de 30 años, Obama también ofreció su apoyo para un crédito impositivo que daría a los consumidores una deducción de hasta US$5,000 para entregar autos más viejos.
La industria automotriz de Estados Unidos, incluidos los complicados proveedores y concesionarios, ha recortado 400,000 empleos en el último año.
Los tres mayores índices de Estados Unidos cayeron entre un 2.81% y un 3.48% por el duro discurso del Gobierno frente a las empresas, que emplean a cientos de miles.
Las acciones de GM cayeron un 25.41%, mientras que las de Ford Motor Co, que no ha pedido un rescate, cedieron un 2.82%. Chrysler pertenece al fondo Cerberus Capital Management y no cotiza en bolsa.
"Como temíamos desde hace tiempo, una bancarrota -aún una controlada- pondría presión sobre la producción, sobre el empleo e impactaría negativamente sobre la confianza del consumidor", dijo el economista del Deutsche Bank Joseph LaVorgna.
EL PLAN DE OBAMA
El grupo asesor para la industria automotriz de la Casa Blanca rechazó el domingo los planes de renovación que presentaron GM y Chrysler tras sus rescates en diciembre. "Pese a que Chrysler y GM son empresas diferentes con caminos muy diferentes, ambas necesitan un nuevo inicio para instrumentar los planes de reforma que han desarrollado", dijo Obama. "Eso podría significar usar nuestro código de bancarrotas como un mecanismo para reestructurarse rápido y emerger con más fuerza", agregó.
El Gobierno no dijo cuanto capital de trabajo aportará para el financiamiento de las operaciones de ambas firmas, pero GM dijo que necesita US$2,000 millones sólo para abril.
Al mismo tiempo, Canadá dijo que los planes presentados por las unidades locales de General Motors Corp y Chrysler LLC no son suficientes para ser viables, pero ofreció US$4,000 millones canadienses (US$3,200 millones) en créditos puente para sacarlas de apuro mientras se reestructuran. "Está muy claro, si el dinero no se hubiera entregado hoy (Chrysler) no habría sido capaz de pagar las nóminas hoy o mañana", dijo Tony Clement, ministro de industria de Canadá.
Chrysler anunció tras las palabras de Obama que llegó a un acuerdo general para una alianza con la italiana Fiat que tiene el respaldo del Gobierno de Estados Unidos. Si se cierra esa alianza y la firma avanza en más recortes de gastos, el Tesoro podría dar otros US$6,000 millones.
El presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, dijo que las conversaciones con el Gobierno de Obama han sido "duras pero justas" y auguró que el acuerdo hará a Chrysler más fuerte y salvará empleos estadounidenses.
Fritz Henderson, el protegido de Wagoner que fue nombrado como nuevo presidente ejecutivo de GM, dijo que la empresa buscaría lograr más concesiones de los acreedores. "Nuestra preferencia es completar la reestructuración fuera de las cortes", dijo Henderson. "Sin embargo, GM tomará todas las acciones necesarias para reformar la empresa, que podría incluir un proceso controlado por la justicia", agregó.
OTROS MOVIMIENTOS EN EL MUNDO
Las medidas en Washington y Ottawa ocurren después de que PSA Peugeot Citroen, el segundo mayor fabricante de autos de Europa en términos de ventas, despidió a su presidente ejecutivo, Christian Streiff, y nombró en su reemplazo al ex jefe de la acería Corus Philippe Varin.
En Francia, Thierry Peugeot, presidente de PSA, dijo en un comunicado que las dificultados excepcionales que enfrenta la industria obligaban a un cambio en la administración, pero Streiff se defendió al afirmar que sus medidas habían ayudado al grupo a soportar la tormenta.
Fuente: www.altonivel.com.mx
Publicado por: TuDecides.com.mx
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