(CNNExpansión) La desaceleración económica y los problemas de deuda en Estados Unidos sumaron una variable inesperada a las previsiones para México en 2011, pero aún está por verse cuál será el impacto si se presenta una nueva recesión en el vecino del norte.
El sector manufacturero es el más vulnerable, pues con el consumo ya de por sí deprimido en EU, los empresarios en México enfrentarían la necesidad de suprimir empleos si los niveles de producción resultan superiores a las ventas, destacó Esteban Velázquez, gerente de análisis de Allianz Fóndika.
Por otro lado, los sueldos no se encuentran en niveles óptimos y el país enfrenta el reto de que tampoco se crean empleos con buen nivel de remuneración, un factor que de acuerdo con el analista no beneficia al dinamismo económico.
"Además, si México sigue esperanzado en los ingresos por remesas familiares, va a haber un impacto porque invariablemente los flujos se van a afectar", agrega.
Como un primer efecto de la volatilidad internacional y los planes de ajuste en las economías desarrolladas, el Banco de México (Banxico) ajustó la semana pasada su pronóstico de crecimiento para la economía del país en 2011 desde un estimado de entre 4 y 5%, a un rango de entre 3.8% y 4.8%.
El dólar, un reto monetario
Una segunda variable que puede desajustar al país es la volatilidad en el precio del dólar.
De acuerdo con Diego Castañeda, economista independiente y ex colaborador del Banco Mundial (BM), el Banco de México tendrá que decidir si es oportuno dejar flotar el tipo de cambio o evitar la apreciación a través de las reservas internacionales, sobre todo si se observan fenómenos como una salida masiva de capitales.
El dilema surge porque si el Banco de México echa mano de las reservas para evitar una apreciación vía subastas de dólares, corre el riesgo de beneficiar a especuladores, que son quienes muchas veces están detrás de operaciones de grandes montos.
"El tipo de cambio puede tener una escalada ascendente en las próximas semanas; si el fenómeno sigue, el Banco de México puede subastar hasta 300 millones de dólares diarios para frenarlo, pero los especuladores se llevan el pastel, porque realizan grandes operaciones de compra", advierte Velázquez.
"El nivel de reservas suena muy sano, pero todavía quedan dudas sobre si será suficiente para enfrentar los problemas que puedan venir".
Medidas anticrisis
Si bien el panorama luce un tanto desalentador, todavía quedan medidas para reducir los efectos nocivos de la debilidad estadounidense.
Aunque suene regresivo, una de las oportunidades para sortear una nueva crisis es apostar por una mayor participación en el mercado importador de Estados Unidos.
Diego Castañeda explica que China está perdiendo ventajas competitivas en costos, y aunque México destina 80% de su producción al mercado estadounidense, ese volumen apenas representa 12% del total de las compras de Estados Unidos al exterior.
"Es un problema de geografía. México tiene una ventaja natural por su ubicación, y al querer diversificar mercados hay que considerar que Europa está en condiciones incluso peores que Estados Unidos, eso reduce las opciones".
"Pero la estrategia de ganar mercado en Estados Unidos sólo funcionará si se combina con medidas para impulsar al mercado interno, pues China es la muestra de que no es buena idea orientar la economía a las exportaciones", señala el economista.
Por otra parte, de acuerdo con Esteban Velázquez, México podría haber reducido la vulnerabilidad si las reservas internacionales se hubiesen aprovechado para liquidar pasivos en dólares cuando el tipo de cambio era favorable.
"En términos de finanzas personales, cuando hay un periodo de bonanza o se generan ingresos adicionales, se aprovecha para saldar obligaciones; las reservas pudieron aprovecharse para reducir considerablemente el nivel de deuda y eso daría más fortaleza ante un choque que el contar con reservas por 134,000 millones de dólares", agrega.
Buenas noticias
Por el lado del crédito, existe un panorama más favorable, de acuerdo con Juan Carlos Oñate, director de banca comercial de Banamex. Los bancos han aprendido la lección en términos de capitalización y políticas de otorgamiento de crédito, por lo que no hay razones para pensar que las condiciones para conseguir financiamiento puedan endurecerse si hay una desaceleración.
"Mientras se mantenga el equilibrio en las tasas, nosotros no vemos ningún problema para seguir con el ritmo de costos y otorgamiento de crédito, porque si las tasas de referencia no se mueven, tampoco las de captación, que es de donde nos proveemos para dar más crédito", afirma.
"Mientras haya estabilidad en los precios, no vemos por qué cambiar las condiciones."
Fuente: CNNExpansión / Por: Viridiana Mendoza Escamilla
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