En 2013 México crecerá un 3.5% como máximo. La desaceleración del sector de la construcción, en conjunto con la Estados Unidos son factores que restan dinamismo a la economía. El pronóstico más reciente del Banco de México (Banxico) contrasta con el que elaboró el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace sólo nueve meses, cuando calculaba un crecimiento del 3.8%.
Las causas no sólo se encuentran en el mercado interno. México fue el cuarto país con mayor crecimiento en toda la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE) durante el cuarto trimestre de 2012 (0.8%) en comparación con el tercer trimestre de ese año. Sólo China (2%), Indonesia (1.5%) y la India (1.3%) crecieron más. Y en ese lapso de tiempo, el contraste entre las economías ganadoras y la mayoría de los mercados era notorio, pues el Producto Interno Bruto (PIB) del G20, que representa casi el 90% del PIB global, cayó 2.4% -respecto al mismo periodo de 2011-.
Contagio económico
El Panorama Económico Mundial (WEO por sus siglas en inglés) elaborado por el FMI rebajó a principios del año su pronóstico de crecimiento para toda América Latina a 3.6% en 2013, tres décimas menos que lo proyectado hace seis meses. Aún así, Latinoamérica es más dinámica que la Unión Europea y Japón, que esperan un crecimiento prácticamente nulo, e incluso que Estados Unidos, donde el alza será de un 2%, aproximadamente.
En esta situación de desaceleración generalizada global, el FMI ha calificado de “lastre” para las economías en desarrollo el desempeño de sus contrapartes en Europa, Japón y Estados Unidos. Pero incluso China, en conjunto con otras economías muy dinámicas, como Perú, han perdido impulso desde que comenzó 2013. El WEO pronosticó que el grupo de los “emergentes” crecerá 5.5%, una cifra elevada, pero alejada de los dos dígitos a los que ha crecido China durante las últimas dos décadas. Así, el freno parece inminente.
¿Por qué?
Con un sistema financiero que ya ha adoptado las reglas de Basilea III, que implican una capitalización de al menos el 16% de los activos bancarios, México tiene una banca “sólida”; además, el país cuenta con una línea de crédito por valor de 73 mil millones de dólares (mdd) del FMI, que puede utilizar en cualquier momento hasta antes del 30 de noviembre de este año, lo que le permite fondear proyectos de inversión pública o en esquema PPP (Proyectos-Públicos y Privados) para detonar crecimiento.
Por su parte, el estudio ‘Investment in México’, elaborado por KPMG, señala que las oportunidades en el sector telecomunicaciones, energético -en particular la explotación de recursos de gas-, ferrocarrilero e infraestructuras, en especial aeropuertos, ofrecen buenas perspectivas de crecimiento en el país. En esta línea, el Banco Mundial (BM) señala que las exportaciones manufactureras mexicanas representan una oportunidad para los inversores, ya que han demostrado un crecimiento sostenido de 10% anual en los últimos años, lideradas por el sector automotriz y de autopartes. ¿Por qué, entonces, la revisión a la baja del crecimiento económico por parte de Banxico y de otros organismos?
La respuesta debe buscarse, en primer lugar, en la situación internacional. El FMI calcula que el crecimiento mundial en 2013 no superará el 3.4%, lo que indica que México se encuentra por encima del promedio y en el mismo nivel que América Latina en su conjunto.
En segundo lugar, cabe señalar aspectos específicos, en particular dos: la caída del sector de la construcción y la de la Inversión Extranjera Directa (IED). En 2012 la IED se ubicó ligeramente por encima de los 13 mil mdd, según datos de Proméxico, siete mil millones menos que el promedio de los últimos cinco años e incluso menos de la mitad de lo que recibió el país en 2007, antes de la explosión de la crisis.
Respuestas locales a una desaceleración global
Ante este panorama, Banxico decidió rebajar medio punto la tasa clave de interés, que se ubica en el 4%, en línea con su previsión de inflación para 2013, que se ubicará en torno al 3%. Por su parte, el Gobierno aprobó un Presupuesto “déficit cero”, sin contar la inversión en Pemex, para no elevar la deuda pública que alcanza un 35% respecto al PIB, aproximadamente.
En esta coyuntura, la pregunta de fondo no es otra que ¿cómo hacer más con menos? Es decir, cómo crecer sin aumentar el gasto público ni sobre endeudarse. Y la respuesta puede encontrarse en dos alternativas. Por un lado, captar más IED y fortalecer el “efecto multiplicador” de la inversión pública programada, a través de los PPP (Proyectos-Públicos-Privados), y, por otro, aprovechar los tratados de libre comercio y de asociación económica de los que disfruta México, para impulsar las exportaciones.
¿Qué estrategia seguirá tu empresa para alcanzar las metas de crecimiento fijadas para el 2013?
Fuente: Por: Elie Smilovitz / Twitter: @smilovitz
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