El consumidor es el protagonista en el comercio; es quien decide qué comprar y a qué tienda ingresar. Las empresas deben estar preparadas para atenderlos con una buena estrategia, porque trabajar con afluencia de público puede generar más de alguna complicación en el negocio. Para evitar problemas es necesario que el servicio al cliente y las habilidades en la comunicación sean óptimos.
La competencia cada día es mayor debido a que los productos ofrecidos son similares y los consumidores buscan rápidamente calidad, buen servicio y precios razonables. Por ello, es fundamental encontrar fórmulas para atraer público, convertirlo en clientes frecuentes y que recomienden tu empresa a sus cercanos.
Toma nota de algunas consideraciones para lograr un exitoso servicio de venta:
Hay que trabajar cada día para entregar un buen servicio y satisfacer al cliente al cien por ciento. Recuerda que los consumidores son lo más importante para cualquier negocio y que sin ellos, éste prácticamente no existe.
Se debe prestar un servicio rápido y jamás un cliente debe esperar por ser atendido. El público puede huir a la competencia en búsqueda de un producto similar y una mejor atención que responda a sus expectativas.
Trabajo es trabajo
La vida de las personas se dividen en dos: personal y profesional. Cada uno debe preocuparse de que los problemas sean aislados y no afecte en el desempeño laboral. No se permite que el humor de un día afecte en el trabajo y sea perceptible para los clientes. Ellos no deben pagar las consecuencias por tener un mal día y el poco profesionalismo del vendedor o consultor de no separar las áreas de su vida.
El consumidor tiene que tener sentirse bien haciendo sus compras y volverá siendo fiel a la tienda. Por lo tanto, los trabajadores siempre tienen que pensar: “It’s show time”.
Ser cortés
Cuando el cliente entra a una tienda, con mucha o poca gente en su interior, los vendedores deben entregar un saludo de bienvenida. Esto genera mayor confianza y el consumidor tiene claro que en el lugar hay alguien que le puede socorrer en caso de necesitar ayuda. Es primordial que quien lo reciba lo haga siempre con una sonrisa sincera y con respeto hacia la persona.
Además, habrá menos robos, ya que los ladrones podrán ser reconocidos por los dependientes de la tienda.
Los clientes no se juzgan
Todas las personas que ingresan a comprar un producto deben ser tratadas igual. No hay que calificarlos por la vestimenta o la apariencia, porque puedes perder un buen negocio. La idea es atender con ánimo y ofrecer buen servicio, a pesar que el cliente decida no comprar o sólo está mirando.
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Clientes autónomos
La comodidad de los consumidores es fundamental, es por esto que hay que darles el espacio adecuado para realizar sus compras. Es bueno que el empleador se presente, ofrezca su ayuda y luego se vaya a esperar a que necesite su atención. No es correcto presionar y perseguir al cliente, debido a que esto sólo provocará que se vaya a otra tienda.
El cliente tiene la palabra
Cuando el cliente necesite la ayuda de los empleados de la tienda, éstos deben ser capaces de escucharlo y luego ayudarlos. No es correcto interrumpir al comprador, porque ésta es una compra que beneficia al negocio. Debe esperar a que termine de hablar o preguntar para luego exponer sus ideas.
Adaptarse a cada cliente
Todas las personas tienen tonos diferentes y no pueden ser tratadas por igual. Es necesario que los empleadores vayan al mismo ritmo, algunos más formales y otros más sencillos. Un vendedor debe ser hábil y no tener sólo un estilo para todas las personas.
Capacita al personal de tu local y crea un buen ambiente para tus clientes, ellos lo agradecerán y serán fieles a ti.
Fuente: www.soyentrepreneur.com
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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