(CNNexpansión) Ante un despido se puede actuar de dos formas: ‘sumirse' en criticar los aspectos negativos que tenía la empresa, o aprovechar esa oportunidad para diagnosticar cuáles errores estás cometiendo como profesionista.
"Es un momento para hacer una autoevaluación, una reconstrucción de hechos para saber qué pasó. Es fácil que en el despido se depositen las causas, siempre, en (factores) externos, como ‘le caigo gordo a mi jefe', ‘fue un recorte'. Eso pasa, pero hay que pensar, por ejemplo ‘¿por qué me despidieron a mí, y no a mi compañero?'", explica Octavio Olivares, especialista en temas laborales.
El despido, expresa, implica un duelo que durará según el tiempo pasado en la compañía: no es lo mismo perder el trabajo después de unos meses de haber sido contratado, a llevar varios años en una empresa. Las personas manifiestan sentimientos de ira, tristeza y miedo; decae el concepto que se tiene de uno mismo porque el desempleo es visto como fracaso, inferioridad y vergüenza, menciona el psicólogo laboral Marcos Chicot, en el libro ‘¡Me han despedido! Afrontar el desempleo constructivamente'.
De acuerdo con el autor, el despido tiene cinco etapas. La primera es la negación, le sigue la ira y la lucha (el intento de recuperar el puesto de trabajo a toda costa). El cuarto paso es la tristeza y, por último, la aceptación, cuando el colaborador asume la responsabilidad y analiza cuál será su siguiente paso.
Adicional a vivir esas fases, es necesario descubrir las causas que propiciaron el despido para prever cómo se actuará a futuro. Algunas personas suelen decir: "yo era más capaz que otros que se quedaron". Tal vez tengan la razón, pero entonces habría que preguntarse ¿cómo estaba el networking interno? Es decir, ¿cómo te llevas con el jefe?, ejemplifica Olivares.
El también organizador del encuentro ‘Foro de Oportunidades Laborales' asegura que en las empresas pesan otros factores: además de desempeño y capacidad, se juegan aspectos como la relación a nivel interno con jefes y equipo. Si un colaborador salió en la lista de despedidos por ese factor, la lección es que en la próxima contratación lo primero a desarrollar son los contactos.
Al recibir esa noticia, la conmoción y el enojo hacen que la gente se olvide de pensar en temas que debe resolver de inmediato, como saber si la compensación es la indicada y si será posible irse con algunas cartas de recomendación, si es que el motivo de despido no lo impide. Contar con la asesoría de un abogado podría ser útil, menciona un artículo publicado por ‘Society for Participatory Medicine', asociación civil dedicada a temas de psicología laboral, entre otros rubros.
Si la persona tiene una inconformidad debe asesorarse para presentar una demanda, actividad que se debe hacer en máximo 60 días. Entre las razones más frecuentes para recurrir a esta acción laboral están el despido injustificado y salarios no cubiertos (o aguinaldos, vacaciones y reparto de utilidades), explica la abogada con experiencia en temas laborales, Claudia Flores.
Octavio Olivares afirma que la recisión del contrato también es una oportunidad para cuestionarse si es necesario un giro laboral. "Quizá en lo que somos especialistas va a la baja y hay que especializarse en otra área. El mercado laboral es muy dinámico y hay sectores que cambian constantemente". La pregunta concreta es ¿el campo donde te desempeñas está perdiendo atractivo en el entorno laboral?
De acuerdo con Chicot, lo recomendable es aprovechar la primera semana del despido para descansar, reflexionar y comunicar la noticia a la familia y los amigos. El siguiente paso es entender que "buscar trabajo es un trabajo en sí mismo"; hay que establecer una rutina, con un método y horario que permitan llevar un control de este proceso. Aquí otras cuatro reglas que rodean la noticia de un despido:
1. Pon los hechos en una balanza. Tú, como profesionista, eres un producto que permanece o no en el mercado laboral por diferentes factores. Reflexiona sobre las causas internas y externas que propiciaron tu salida. Por ejemplo, si la empresa donde laborabas está "parada sobre un barril de pólvora", es decir, en una mala situación, sé crítico contigo mismo y piensa por qué no te percataste de esa situación con anticipación.
2. No rehúyas al tema. Perder el trabajo es un golpe que va directamente a la autoestima. Como profesionista, sin embargo, nadie está exento de esos tropiezos; así, lo importante es cómo capitalizar esta experiencia en forma positiva. "Hay gente que no tolera la frustración, y se puede ‘venir abajo' porque son muy duros con ellos, no se dan la oportunidad de entender que en el trabajo hay ganancias y pérdidas", indica Olivares.
3. Transforma la mala experiencia. En lugar de asumirse como víctima de la situación, hay que demostrar cuál es tu madera, es decir, la capacidad que tienes para levantarte ante este contexto. Si se piensa fríamente, expresa Olivares, no eres el único que pasa por este momento, la diferencia es cómo aprovechas esta experiencia para crecer en lo personal y laboral.
Si es necesario, anota por escrito las situaciones que generaron la ruptura con tu empresa y qué harás para revertirlo. Redacta también objetivos de corto y mediano plazo sobre dónde te quieres ver en lo profesional, cómo lo lograrás y qué red de contactos te respaldará. A través del networking personal se genera el 70% de las oportunidades profesionales, apunta Chicot.
4. Prepárate para la siguiente entrevista. Octavio Olivares sugiere que ante la pregunta ¿por qué te despidieron? (si la realiza el reclutador) hay que contestar con honestidad y no tratar de ocultar los datos, porque Recursos Humanos tiene formas de recabar la información. Enfatiza, eso sí, cómo estás trabajando en ser un candidato competente para el puesto que se ofrece. También ayuda llevar referencias de trabajos donde hayas tenido un buen desempeño laboral.
Este tipo de preguntas hay que pensarlas muy bien, es como cuando te cuestionan sobre debilidades y defectos. "La gente te da un pliego petitorio de sus virtudes y en sus errores se quedan pensando". Para Olivares, cuando la persona dice que no tuvo nada que ver con la recesión, el reclutador se percata que ese candidato no está capitalizando la experiencia, no demuestra que a partir de ello pudo crecer más. El mensaje es: aprovecha una situación así para que puedas transmitir al reclutador en qué aspecto de tu vida estás creciendo.
La moraleja tras el despido, subraya Octavio Olivares, es que la persona debe aprender a visualizarse como un producto o servicio en el mercado, el cual debe estar en el escaparate. Para ello, dice, hay que actualizarse y buscar contratarse en áreas estratégicas de la empresa.
Fuente: CNNexpansión / Por: Ivonne Vargas Hernández
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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