Estamos muy enfadados y disgustados; acostumbramos a mirar de echar la culpa a los demás; cubrimos nuestros sentimientos de culpabilidad con frases “todos nos podemos equivocar” o “errar es humano” para disminuir nuestro sentimiento de culpa; exteriorizamos con más o menos violencia verbal y/o con más o menos disminución de nuestra propia autoestima; una vez asumido el error intentamos subsanarlo lo más rápidamente posible y con las mínimas repercusiones; durante todo este proceso no dejamos de analizar el motivo del error para no volver a repetirlo.
Si después de un error conseguimos encontrar maneras de evitar futuros errores podremos concluir que el error nos ha hecho mejorar.
El superior deberá analizar el error, y dentro de su enfado canalizarlo para obtener pistas de por qué se ha producido, y fórmulas para evitar que se vuelva a producir. Además, el superior reaccionará de diferente manera si el que ha cometido el error va a explicarlo y con propuesta de corrección, que si se entera por terceras personas.
En este sentido las organizaciones si consiguen formar a sus trabajadores de manera adecuada e incentivan que estos transmitan los errores, las quejas y no conformidades de sus clientes internos y externos, están obteniendo una información importantísima para mejorar y adaptarse a las demandas de sus clientes.
Las organizaciones que tienen instaurado un sistema de calidad tipo ISO tienen mecanismos para que la palabra error pueda ser entendida por los trabajadores como oportunidades de mejora y de esta forma mejorar.
Otras teorías más pragmáticas recomiendan como ejercicio intrínseco a la actividad laboral el repasar siempre las tareas realizadas. Esta visión no elimina al 100% los errores pero en un alto porcentaje se detectan y se corrigen.
Los defensores de repasar las cosas tienen la máxima que muchos clientes si el error es a su favor (más cantidad, menor precio) no se acostumbra a enterar la empresa y por tanto el tiempo que se dedica a repasar es un tiempo que tiene mucho valor para la empresa.
En nuestras organizaciones tenemos que poner las herramientas para detectar los errores antes de que lleguen a nuestros clientes, a través de normativas, a través de repasar más y mejor las tareas u otros sistemas. La credibilidad de la empresa esta en juego tanto por el error como de su solución.
Por: Daniel Lleonart
Gerente de Prefabricats Lomar S.L.
Miembro del Forum Millora Contínua
Fuente: Noticias.com/ altonivel.com.mx
Publicado por: TuDecides.com.mx
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