¿Qué papel representan las emociones en la empresa? Pues un papel muy relevante, todos conocemos personas con una gran inteligencia que, sin embargo, fracasan en muchos aspectos de sus vidas, son personas que tienen carreras académicas muy brillantes que no están en concordancia con los resultados que obtienen y tampoco con los niveles de felicidad/satisfacción con los que viven y suelen tener dificultades
En mi experiencia profesional, he tenido la oportunidad de conocer personas con altísima cualificación académica (carreras importantes, masters, idiomas, formación complementaria de alto nivel) pero que a la hora de enfrentarse al mercado de trabajo o al emprendimiento no disponían de las habilidades personales ni sociales necesarias, lo cual dificultaba su inicio y promoción profesional.
Las emociones son las que nos hacen avanzar y disfrutar o “naufragar”. Si piensas en una persona a tu alrededor a la que admiras, porque consideras que tiene talento y ha triunfado ¿qué características destacarías de ella?
Probablemente me respondas que es una persona que siempre está motivada, que es perseverante, que se conoce a si misma, que se relaciona bien con los demás, que cree en sí misma, que es independiente, se centra en los objetivos, sabe planificar el trabajo, que supera las dificultades personales... Si es así, estamos hablando de una persona con un alto índice de Inteligencia Emocional.
LAS EMOCIONES EN EL TRABAJO
A nivel profesional ¿Qué consideras mas importante, la Inteligencia Emocional o la Racional “de toda la vida”?
¿Qué impacto pueden tener una y otra en el desempeño del puesto de trabajo?
Se ha estudiado que, para un puesto de trabajo por cuenta ajena, el impacto de la inteligencia emocional es del 67% mientras que el de la inteligencia racional del 33%.
En cambio, en puestos directivos y para emprendedores, la importancia de la inteligencia emocional es todavía mayor, concretamente, influye en un 85% en el éxito profesional, mientras que la inteligencia emocional lo hace en solo un 15%.
Muchas empresas contratan por coeficiente intelectual y despiden por coeficiente emocional.
El “cerebro emocional” aprende de manera diferente al racional, y esta inteligencia puede cultivarse indefinidamente, mientras que la racional no puede desarrollarse más allá de los 13 ó 14 años.
¿Qué competencias dependen de la buena gestión emocional? Por ejemplo la capacidad de liderazgo, la comunicación, la adaptación a los cambios, resolución
de conflictos, cooperación en equipo, el rendimiento, manejar la presión, la toma de decisiones porque el exceso de ansiedad produce bloqueos que frenan la
creatividad.
Los expertos coinciden en que escalar posiciones en la empresa o evolucionar como emprendedor hoy en día depende más que nada de un alto grado de Inteligencia
Emocional y quienes posean este “ingrediente” serán más exitosos, se sentirán más realizados y disfrutarán del respeto de sus directivos, compañeros, equipo y clientes.
El buen manejo de las relaciones interpersonales marca la diferencia, porque muchas personas pueden tener las mismas habilidades pero la capacidad de
relacionarse podría ser la diferencia, por ejemplo, a la hora de generar empatía con tus socios, colaboradores y clientes. Por otro lado, es razonable que una persona que se enfoca en el cumplimiento de sus metas, es dialogante y acepta sugerencias crezca profesionalmente.
¿Cómo influyen en tu desempeño?
El control de la ansiedad depende en gran medida de nuestro nivel de Inteligencia Emocional. Estudios han demostrado que el rendimiento y la ansiedad mantienen una relación de U invertida, es decir, a un mayor nivel de ansiedad le corresponde un mayor nivel de rendimiento y mayor calidad en el desempeño, hasta cierto punto, porque cuando el nivel de ansiedad es excesivo, nuestro rendimiento empieza a decrecer hasta llegar a cero.
La falta total de ansiedad es tan negativa como su exceso, cuando la cuerda se tensa en exceso acaba por romperse, y cuando está demasiado floja no resulta válida para
sostenernos.
La inteligencia emocional determina la actitud de una persona frente a su trabajo (y frente a su vida). La actitud y el rendimiento, claves en el éxito profesional, dependen de factores como la autoestima, autocontrol, capacidad de relación social.
El factor emocional es mas importante cuanto mas compleja es la situación o el desempeño de un puesto, ya que engloba aspectos como la disciplina, automotivación, perseverancia, empatía y agilidad mental entre otras.
Como comentaba antes, estos elementos deben trabajarse individualmente con una metodología y en el marco de un proceso de cambio, si lo haces con rigor en
poco tiempo te sorprenderás de los resultados.
Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.
Fuente: Isabel Gómez, es Consultora y Coach Profesional en Éxito en Femenino www.exitoenfemenino.com
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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