¿Qué es la alta gerencia o top management? Se conoce como “Board” o comité de dirección, y está integrado por un grupo pequeño de personas como el Director General o CEO, el Director de Finanzas o CFO, entre otros puestos que tienen en sus manos la toma de decisiones de la organización, y cuya función es traducir todas las políticas de la compañía a los objetivos y las metas, con el fin de garantizar el retorno de inversión y resultados positivos para sus stakeholders.
Pero ¿cuál es el perfil de las personas que ocupan este cargo? Estos líderes se distinguen por su visión crítica y constructiva de la realidad nacional y empresarial, cuentan con la capacidad de desarrollar estrategias que tengan impacto en los mercados y que permitan la sostenibilidad de cualquier negocio en un ambiente altamente competitivo.Además, deben ser capaces de proyectar posibles situaciones a futuro y tomar las medidas oportunas y efectivas para el logro de los objetivos corporativos, con base en criterios como la ética profesional y responsabilidad social.
En México, debido a la composición del entorno de los negocios, donde la mayoría de las empresas son Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) familiares, se suele contratar a todo el cuerpo ejecutivo que funja como alta gerencia.
Comúnmente, las empresas recurren a reclutadores de talento que pueden detectar las competencias, el potencial y los logros de un candidato. Al realizar la selección de un cuerpo de personal de este tipo, se deben considerar tres aspectos fundamentales, cuya conjunción permite identificar a un perfil de alto potencial:
Conocimiento y habilidades provenientes de la experiencia y el desarrollo profesional desarrollado con el tiempo.
La compatibilidad de los intereses del candidato con su perfil profesional para poder ocupar un puesto dentro de la alta gerencia.
Los resultados del candidato.
Para que la organización pueda potencializar su top management o alta gerencia, se requieren varios factores en sus integrantes, como:
Capacidad de persuasión: Resulta muy útil en todos los niveles de la empresa, ya sea para conseguir nuevos clientes, convencer a los superiores sobre la conveniencia de implementar mejoras, o para que los miembros de un equipo de trabajo excedan en su desempeño.
Flexibilidad: Las empresas valoran cada vez más a aquellos profesionales que se adaptan con eficacia a los distintos entornos, situaciones y personas. Para asumir y gestionar ese cambio, hay que convertirse en profesionales flexibles.
Autoconfianza: Las personas con elevados niveles de autoconfianza asumen nuevos retos en el trabajo, confían en su capacidad para ejecutar con éxito cualquier tarea y saben mantener y defender sus opiniones, incluso si son cuestionadas. Es una cualidad clave para ser un profesional competente y valorado.
Creatividad: Es una de las cualidades más valoradas en un profesional. Las personas creativas suelen ver la realidad de otra manera y obtener soluciones alternativas a problemas complejos para los que muy pocos encuentran respuestas.
Empatía: La comprensión interpersonal es una habilidad imprescindible para liderar un equipo de trabajo y tener una relación sin conflictos con compañeros y superiores. Consiste en comprender los sentimientos y preocupaciones de los demás, tener sensibilidad para relacionarse con personas de otras culturas o detectar con facilidad el estado de ánimo de los interlocutores al observar el tono de voz o sus posturas corporales, sin que ello signifique que se deban aceptar las opiniones ajenas siempre.
Facilidad para tomar decisiones: Las exigencias del mundo laboral hacen que aquellos profesionales capaces de tomar decisiones acertadas y de forma veloz se valoren cada vez más.
Destreza para comunicar: Es otra de las cualidades más buscadas por las empresas. Los profesionales con alta capacidad de comunicación, tendrán más posibilidades de triunfar. Los buenos comunicadores se caracterizan por tener capacidad de iniciar conversaciones con todo tipo de personas, tener claras las ideas fundamentales, exponerlas con un orden lógico y utilizar palabras sencillas.
Capacidad negociadora: La negociación es el proceso por el cual dos o más partes con intereses diferentes deben alcanzar un acuerdo. Para ser un buen negociador hay que tener cualidades como la prudencia y el respeto por los protocolos y las posiciones personales de los demás, además de un carácter con cierto grado de humor, optimismo e inteligencia intuitiva.
Fuente: www.mundoejecutivo.mx / El presente artículo es una colaboración externa a MundoEjecutivo.com.mx y a Grupo Mundo Ejecutivo/ COLABORACIÓN DE ADECCO
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