Las relaciones familiares por su naturaleza son difíciles, pero se complican aún más cuando se mezclan con los negocios. Reconoce los puntos clave para elevar la competitividad de tu compañía y pon manos a la obra.
No importa si se trata de una miscelánea o de un gran consorcio, en México alrededor del 90% de los más de tres millones de negocios son manejados por una familia. Pero, ¿qué hace tan especial a este tipo de firmas? Respuesta: si en una compañía tradicional el principal reto es su rentabilidad, en el caso de las empresas de carácter familiar la meta es equilibrar los sentimientos con las utilidades. Una tarea nada sencilla.
Pilar Alviso, gerente comercial de la Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundes), apunta que una empresa familiar tiene una ventaja a la que se le debe sacar provecho: los fundadores, desde el principio, se identifican con el proyecto, lo sienten suyo y, por lo tanto, muestran gran pasión y compromiso por alcanzar el éxito. ¿La razón? Estos negocios son el sustento familiar.
Pero el que los miembros de una familia dirijan el destino de una empresa también plantea la posibilidad de que se presenten una serie de obstáculos. Los más comunes van desde la constitución de la compañía hasta la creación de manuales de funcionamiento y operación. Estos problemas se originan, básicamente, porque los involucrados mezclan lo personal con lo organizacional.
Si quieres que tu empresa crezca, sin poner en riesgo los lazos familiares, analiza estos puntos clave.
1. Retos a vencer
De acuerdo con Emilio Gutiérrez Borbolla, socio de la firma de asesoría de negocios Deloitte, una empresa familiar tiene que analizarse desde tres dimensiones:
1) Como ente económico.
2) Como una propiedad.
3) Como un núcleo familiar.
El experto asegura que todas están relacionadas. "Cuando se presente un problema dentro de la empresa, esto impactará directamente en el seno familiar y en la propiedad", explica.
Con base en un estudio realizado a empresarios mexicanos -fundadores y sucesores-, Deloitte detectó 15 problemas o necesidades recurrentes en las empresas familiares. Entre ellas destacan las "tensiones familiares", las cuales pueden clasificarse en seis grupos:
* Las de Gobierno Corporativo: Protocolo Familiar, plan de sucesión, órganos de gobierno, reglas de operación y planes de trabajo.
* Las fiscales: diagnóstico, impuestos familiares, efectos fiscales, retiro de utilidades y precios de transferencia.
* Las de consultoría: estrategia de negocios, diseño organizacional, outsourcing de contabilidad y aseguramiento de proyectos tecnológicos.
* Las legales: testamentos y herencias, actas constitutivas, fideicomisos y asesoría jurídica.
* Las de asesoría financiera: valuación de la empresa, financiamiento, en la búsqueda de socios para la empresa e investigación de fraudes.
* Las de auditoría: mejores prácticas de control interno, transacciones familiares y auditoría de estados financieros.
Por otro lado, Pilar Alviso observa que el mayor conflicto es la inevitable influencia que la empresa tiene sobre la familia y viceversa. "Quienes toman las decisiones en la compañía deben desarrollar estrategias para reconocer y analizar tanto los asuntos familiares como los empresariales para luego enfrentarlos".
2. Las reglas del juego
"Una empresa familiar necesita, en primer lugar, definir cuál es el rumbo que va a tomar los próximos años", opina Emilio Gutiérrez. Para ello, contar con un Protocolo Familiar es clave. Se trata de un documento donde se fundamentan las bases del negocio a través de la definición de aspectos para la adecuada administración, control y toma de decisio-nes en la organización. En pocas palabras, es un plan a futuro que prevé soluciones ante posibles amenazas.
El Protocolo Familiar incluye:
* El objetivo, los valores y la ética de la empresa.
* Las políticas de sueldos y salarios.
* La conformación del Consejo de Administración y del Gobierno corporativo.
* Los planes de sucesión y las políticas para la incorporación de familiares a la compañía.
Este último punto es, quizá, el más importante, pues en el documento hay que precisar quién sí y quién no es candidato a ocupar la dirección general de la empresa; definir el rol que cada quien va a jugar en el negocio y establecer los requisitos para que los miembros de la familia puedan asumir determinados puestos. "Mientras mejor organizado esté el protocolo, la empresa funcionará de una forma más eficiente", sentencia el experto.
3. Renovarse o morir
Cifras de Fundes señalan que únicamente tres de cada 10 empresas familiares pasan a la segunda generación. Y de ellas, sólo una supera la tercera. Entonces, ¿qué hacer para no formar parte de la estadística negativa? Si bien la sucesión dentro de una empresa familiar es un proceso inevitable, sí puedes planificarla con tiempo.
Jesús González, socio de asesoría en riesgo de la firma KPMG, recomienda que para elegir al que sucederá al director general de una empresa, se analice a los posibles candidatos de acuerdo a sus habilidades y cualidades, desde el aspecto administrativo y de producción, hasta el de clientes y ventas.
"No es quien tenga más estudios, ni quien tenga más tiempo en la empresa, sino aquel que pueda llevarla de manera integral y la haga crecer a corto y mediano plazo. Y esa persona no siempre es tu hijo", considera.
Una sucesión mal planeada es una fuente segura de conflictos que pueden llevar incluso a la desaparición de la más competitiva empresa familiar. En cambio, una bien pensada ayuda a mantener y promover la armonía familiar, fortalecer la estructura financiera y a asegurar la continuidad de la organización.
4. Todo por escrito
Cuando se debe concertar quién heredará la empresa familiar, tan sólo el 31% de las compañías cuenta con un testamento, de acuerdo con un estudio sobre la empresa familiar mexicana realizado por la Universidad de Monterrey (UDEM) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Este documento, que expresa la voluntad del fundador para que una o varias personas adquieran el derecho de su propiedad después de su muerte, va de la mano al plan de sucesión ya que ambos influyen en el futuro de la empresa y son factores clave que determinan su permanencia o desaparición, según explica Jesús González. "Esta herramienta es muy valiosa porque implica un tema legal y de seguridad jurídica sobre la propiedad de la empresa en cuanto a quién es el dueño y qué derechos y obligaciones conlleva este dominio", precisa.
Así como el plan de sucesión, el testamento también debe responder las preguntas sobre la transición generacional. "Si el fundador se muere sin dejar designado a alguien para el puesto directivo, todos van a reclamar el cargo y eso puede causar conflictos muy serios", comenta el socio de KPMG.
La sucesión debe definir la gestión de la empresa y perfilar cómo deberá funcionar en un futuro. Pero ojo: puede carecer de validez póstuma si no existe un documento que la avale. El testamento es un documento difícil de impugnar y puede resolver los problemas de conservación de la empresa.
5. Ayuda del exterior
Jesús González aconseja que un Consejo de Administración esté conformado tanto por familiares como por consejeros independientes expertos en determinadas áreas. Su objetivo es aportar una visión externa de las acciones y operaciones de la compañía.
"El asesor funciona como un filtro y un catalizador del conflicto. No está involucrado con la parte familiar de la empresa, sino con la de negocios y esto equilibra a la compa-ñía cuando hay que resolver algún problema", afirma.
En este aspecto, el socio de KPMG y Emilio Gutiérrez Borbolla coinciden al afirmar que buscar la ayuda de asesores de negocios que aporten soluciones concretas y aplicables. "Más que un gasto, se debe ver como una inversión", aseguran.
6. Dinero en la bolsa
Una de las mayores preocupaciones de los dueños de empresas familiares es conseguir créditos para que el negocio crezca y sea competitivo. Para este fin, existen distintos es-quemas de financiamiento a los que pueden ser acreedoras estas organizaciones. Algunas de estas son:
* Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles): ofrecen plazos de hasta 30 años para pagar. Los créditos van desde $150,000 hasta $10 millones.
* Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes): su financiamiento va de $500 a $7 millones. Integra servicios de factoraje, arrendamiento y créditos para capital de trabajo.
* Banca comercial: los créditos varían entre $10,000 y $12 millones, con plazos que van de seis a 48 meses.
Otra opción poco explorada es entrar, si cubres con los requisitos, a la Bolsa Mexicana de Valores para obtener capital. Esto es posible gracias a la nueva Ley del Mercado de Valores que, con el propósito de atraer empresas e inversionistas, creó tres nuevas figuras mercantiles de asociación:
* Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI). Para empresas emisoras de valores y de capital de riesgo. No puede emitir títulos de deuda o de capital para ser colocados en el mercado de valores.
* Sociedad Anónima Promotora de Inversión Bursátil (SAPIB). Revela menos información y tiene un sólo consejero jurídico independiente.
* Sociedad Anónima Bursátil (SAB). Emite títulos de deuda o de capital para ser adquiridos exclusivamente por inversionistas calificados e institucionales.
Para constituirte como alguna de estas sociedades debes incorporar disposiciones adicionales de Gobierno Corporativo que fortalezcan la confianza de los inversionistas en las empresas emisoras que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores.
Te animes o no, el crecimiento y desarrollo de tu empresa familiar dependerá de decisiones claras y concretas. Por eso, Fundes recomienda poner particular atención en cuatro pasos fundamentales:
1. Profesionalizar la compañía por medio de una dirección estratégica.
2. Aplicar medidas preventivas para solucionar posibles conflictos.
3. Distribuir cuidadosamente el poder y los recursos.
4. Manejar de manera eficaz las transiciones.
?Si una empresa planifica a largo plazo, cuida la tradición y la continuidad, es muy probable que tenga éxito y se mantenga muchos años en el mercado?, concluye Pilar Alviso.
El 1, 2, 3 de las empresas familiares
* El 75% de las empresas son manejadas por su fundador.
* El 58% cuenta con un plan de negocios.
* En 27% de las empresas, el plan de sucesión es conocido por familiares.
* El 31% de los propietarios tiene testamento.
* El 43% cuenta con un consejo directivo. Tan sólo la mitad de este porcentaje incluye a consejeros externos.
* El 26% maneja un Protocolo Familiar.
* El 39% da acceso a puestos clave sólo a parientes.
* El 27% cuenta con reglas para el trabajo de familiares dentro de la compañía.
Contactos
Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundes). Tel.01 (55) 5663 0303 www.fundes.org
Deloitte. Tel. 01 (55) 5080 6000. www.deloitte.com.mx
KPMG. Tel. 01 (55) 5246 8300. www.kpmg.com.mx
Fuente: www.soyentrepreneur.com Por: Ilse Maubert Roura
Publicado por: TuDecides.com.mx
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