(CNNExpansión.com) — Buscar una fuente de ingresos adicional al sueldo percibido en el empleo es una práctica que en el país se debe considerar ante la pérdida del poder compra por el alza en los precios y el aumento en los impuestos, de acuerdo con especialistas.
Existen cuatro opciones para quienes desean ingresar al mundo empresarial sin tener que abandonar la seguridad de su empleo, y son invertir en una empresa ya establecida para ser socio o apostar por una franquicia, que ya tiene un modelo de negocio estandarizado, dice el director del Centro de Innovación Empresarial y Financiera (CIEF) del Tec Ciudad de México, Jorge Humberto León Pardo.
Además existe la posibilidad de iniciar la nueva empresa desde cero, previo análisis del mercado y contando con la asesoría necesaria para desarrollar un plan de negocios.
Para quienes no tienen un capital pero están avalados por su experiencia y conocimientos, existe la posibilidad de aportar su capital intelectual en otra empresa a través de la figura de consultor y obtener así un ingreso extra, señala León Pardo.
Las principales razones por las que los trabajadores no dejan su empleo tienen que ver con la estabilidad que éste les brinda, pues tiene la seguridad de obtener un pago quincenal y gozar de algunas prestaciones.
Sin embargo, "ser tu propio jefe no sólo te da libertad para realizar nuevos proyectos, sino flexibilidad para invertir tu dinero y consolidar tu patrimonio", asegura el experto en Gestión del Capital Humano, Nicolas Bonc.
El arte de emprender
El 30% de los emprendedores que acuden a una incubadora lo hace porque quiere abrir un negocio sin dejar su empleo; el 40% pone todo su capital y esfuerzo en la nueva empresa para ser su propio jefe; y el 30% restante no tiene trabajo y se dedica sólo a emprender, según datos de los expertos.
Además de la planeación y asesoría los nuevos emprendedores deben saber que el proceso de incubar una empresa es largo, pero evita que la compañía sea una de las siete nuevas organizaciones que mueren antes de cumplir los tres años.
"Este proceso dura entre seis y ocho meses si se toman consultorías al menso dos veces a la semana (...), el tiempo aumenta a entre 10 y 14 meses si el emprendedor sólo tiene disponible un fin de semana", asegura el directivo del CIEF.
Una vez que se termina la incubación los expertos recomiendan continuar con la asesoría al menos durante el primer año de la empresa para hacer ajustes al plan de negocios y afianzar el posicionamiento de mercado.
Y ya que dicen que "quien atiende a dos amos, con uno queda mal", Nicolas Bonc hace énfasis en la formación de un equipo que esté al tanto del negocio y en quien puedas confiar algunas responsabilidades.
Esto te será útil sobre todo en los primeros meses, donde además de la logística, deberás ocuparte de áreas como atención al cliente, encuentro con proveedores, etcétera.
Otra herramienta útil será establecer un networking con proveedores e incluso con la competencia, ya que al unir esfuerzos puedes crear redes de trabajo más completas, abarcar un mercado mayor y dar la impresión de ser una firma más grande y profesional.
Finalmente, recuerda que es fundamental controlar tus emociones...y aumentar tu discreción, ya que aunque la conmoción por tu nueva empresa sea mucha, informar a tu jefe o compañeros de ésta es un arma de doble filo, ya que puede interpretarse como falta de lealtad a la compañía.
Los expertos dicen que en estos casos es común que los emprendedores busquen apoyo en su entorno, pero a menos que estés seguro de obtener un beneficio seguro informando tu decisión, lo mejor es cerrar la boca.
Fuente: www.cnnexpansion.com.mx / Por: Tania M. Moreno
Publicado por: TuDecides.com.mx
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