Entender el cambio como una propuesta genuina de la realidad facilita el día a día del emprendedor. Es el inicio de un proceso que, transformado en una actitud constante, permite trabajar aprovechando la misma energía que trae el cambio. Concluirlo mediante la ejecución de acciones distintas a las acostumbradas, constituye una enorme contribución para la gestión cotidiana del emprendedor y para la constitución de los valores culturales de su empresa.
Beneficios del Proceso de Cambio
Como solemos entender, el potencial del emprendedor es también su amenaza más peligrosa. La idea, la iniciativa, la energía para desarrollar el emprendimiento pueden ser entes
Frente al cambio, el emprendedor tiene dos opciones: lo vive como un fastidio, se resiste y queda detrás de la realidad; o lo toma con naturalidad y, sin negar la incertidumbre que conlleva, se replantea el camino a seguir, revisa y define el nuevo rumbo. Acepta que la idea que lo impulsó, antes actual y adelantada, hoy es pasado y requiere actualización y previsión de futuro.
Para hablar de cambio debemos, ante todo, blanquear la carga de incertidumbre que trae aparejado. No es el cambio en sí lo que condiciona al emprendedor, sino la incertidumbre que conlleva que, combinada con distintas personalidades, lleva al emprendedor a vivir el cambio con aceptación o con resistencia.
La duda, considerada y vivida como síntoma de debilidad, debilita aún más al emprendedor y lo arrastra a sostener lo que ya no es sostenible. Tomada en cambio como una oportunidad de aprendizaje y de mejora, nos abra las puertas del crecimiento ilimitado.
Como en todo, el oponer resistencia genera un excesivo desgaste de energía. La otra opción del emprendedor es trabajar con la energía que trae el cambio, utilizándola a favor. Para lograr este resultado es necesario pararse de otra forma. Como en el aikido o el jujitsu, aprovechar la energía del oponente es la esencia de la victoria en el combate. En la vida cotidiana de la empresa, aprovechar la energía que trae el conflicto es superador del mismo e instala esta actitud como valor cultural de la misma.
Absorber el cambio como un proceso lleva a abordarlo en dos planos: el intelectual, que permite al emprendedor entenderlo; y el práctico, que permite ejecutar las modificaciones que el cambio requiere.
Ahora bien, como todo esto es mucho más fácil de decir que de hacer, van a continuación una serie de tips para facilitar la implementación frente al cambio:
• Buscá opiniones distintas para solucionar el conflicto. No quedarse solamente en las propias visiones, juntarse con colegas, escuchar sus formas de resolver, plantear las dudas propias, tomar nota. Buscar visiones distintas es el principio del cambio. Asumir que la complementación es un enriquecimiento y no una debilidad, es un inicio auspicioso.
• No te resistas al cambio. Frente a lo distinto, evitá la natural tendencia al rechazo, hacé una pausa y pensá. Evitá resistirte de manera automática, las respuestas reactivas suelen ser “más de lo mismo”. La resistencia al cambio no es más que temor excesivo a la incertidumbre. Pensá que, como líder de una organización, es necesario que estés abierto a la evolución, a lo distinto y a la diversidad. Esta actitud es garantía de evolución y de respuesta a los estímulos positivos.
• Escribí tus alternativas. Ante la necesidad de definir líneas de acción, escribí todas las alternativas que se te ocurren, convocá también a tu equipo y pediles a ellos que hagan lo mismo. Analizá a conciencia cuáles son las mejores alternativas para enfrentar el evento. Las mejores no son necesariamente las que se te ocurren a vos o las que siempre desarrollaste. Permitite imaginar soluciones distintas a las históricas. Verlas escritas te permitirá plasmarlas y observarlas con sensación de concreción. Facilitará para no “perder de vista las ideas”.
• Dale espacio a la duda. Realizá el ejercicio de dudar, de poner a prueba. Es bueno para someter las ideas al análisis, ratificarlas, rectificarlas o corregirlas. No des por hecho que tu respuesta es siempre la más adecuada, poné en duda tus pensamientos. Sobre todo aquellos que repetís habitualmente. El someter a prueba fortalece lo que realmente está en condiciones de superarla y debilita o descarta las ideas que quedan fuera de foco.
• Ejecutá el Cambio. Suele ser difícil, entonces recurrí a mecanismos sencillos y prácticos. No busques acciones extravagantes, aprovechá la experiencia de otros. Siempre se comienza por algo, una vez que arrancaste es más fácil seguir. Para cambiar actitudes y reacciones, al principio es necesario estar atento ya que las respuestas automáticas tienden a salir nuevamente sin que nos demos cuenta.
• Trabajá en equipo. El emprendedor que trabaja en equipo somete naturalmente sus ideas, sus prejuicios e hipótesis a las opiniones externas. Así se permite dudar en grupo. La presencia del equipo impide la tentación de tomar decisiones en soledad.
• Estate atento a tus debilidades. Tené en cuenta cuales son tus aspectos débiles como emprendedor. La rigidez, la falta de flexibilidad, el alejarse de la diversidad y de lo distinto son debilidades objetivas que limitan tu capacidad de gestión. Si reconocés algunas de ellas en tu estilo de gestión, buscá la forma de neutralizarlas.
Hemos iniciado un abordaje al tema del cambio, especialmente a lo que implica realmente y cuales son las razones por las que genera resistencias. En la próxima entrega les haré llegar una serie de sugerencias para diluir las resistencias, y ejercicios para entrenarnos en la convivencia beneficiosa con el cambio.
El emprendedor genuino es un agente de cambio para su entorno. Logra su maestría cuando se permite cambiar él mismo.
Lic. Jorge González
Director
G&A Pharma Consulting
Fuente: www.emprendedoresnews.com
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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