A pesar de tener 83 años, mi papá sigue arreglando aspiradoras y máquinas de coser como parte de un negocio que inició hace 30 años. Ya no dirige la empresa desde la tienda y trabaja mucho menos que antes, pero todavía puede hacer ciertas cosas para mantenerse ocupado.
Su negocio y aspiraciones como emprendedor tuvieron un impacto duradero y positivo en mí. En mi compañía y en la vida, cuando tengo un problema, me pregunto: “¿Qué haría mi papa?”. Inevitablemente recuerdo estas lecciones:
1. Deja de quejarte. Quejarse no resuelve nada.
De hecho, la mayoría de las veces sólo hace las cosas más difíciles. Mi papá es la persona más optimista que conozco, nunca dice comentarios negativos sobre las personas o su trabajo. Hasta es neutral en las conversaciones sobre política y siempre busca ayudar a los demás.
2. Aprecia lo que tienes.
Uno no gana una fortuna arreglando aspiradoras y máquinas de coser, pero mi papá siempre nos daba lo necesario para ser felices. Además, se aseguraba que todos nos diéramos cuenta de lo afortunados que éramos, algo que hasta el día de hoy sigo haciendo.
3. Enmarca y controla tu mensaje.
Mi padre era un genio en marketing. Era muy bueno negociando porque podía convertir una preocupación negativa en una positiva. Esto pasaba más en mi cumpleaños, que cae en Navidad. Para muchos este es el peor día para cumplir años, pero mi papá siempre me decía lo “afortunado” que era por cumplir años tan cerca de Navidad, después de eso nunca lo pensé dos veces.
4. Haz tiempo para todos aquellos que ames.
No importaba lo que mi papa hiciera o lo cansado que estuviera, siempre tenía tiempo para mi hermano y para mí. Nos enseñó que hay tiempo para trabajar, pero casi nunca para estar con otras personas, nos dijo que cuando muriéramos no nos íbamos a arrepentir de pasar poco tiempo en la oficina.
5. Da más de lo que tengas.
Mi papá ayudaba a todos, a menudo a expensas de su negocio. Recuerdo que varias veces cuando alguien visitaba su tienda y pedía algo sencillo como la bolsa de una aspiradora o un cinturón casi siempre se los regalaba. Desde pequeño entendí que si tienes un negocio debes cobrarles a las personas por lo que haces. Pero él siempre resaltaba que esas muestras de gratitud van más allá de ganar dinero.
6. Despiértate temprano.
Era muy raro que mi padre se quedara dormido. Sin importar a qué hora se fuera a dormir, siempre se levantaba antes que nosotros. Normalmente estaba ocupado con algo de la casa antes de irse a su tienda. Después aprendí que hacía esto para que por las tardes tuviera tiempo libre para estar con su familia.
7. Nutre las relaciones cercanas.
Mi padre no tiene una gran cantidad de amigos, pero los que están aquí nunca se han apartado de su lado. Aprendí de él que nunca debes dar por sentado a tus colegas o amigos. Necesitan la misma atención y respeto que tu familia.
8. Cuida tu colesterol y tu mente.
Desde hace mucho, mi papá ha tenido una dieta saludable y siempre ha estado activo. Los beneficios de cuidar tu cuerpo y mente, comenzando desde joven, son muy claros. Yo espero ser como él y actuar como si fuera 20 años más joven cuando tenga su edad.
Bonus: Toma una siesta.
Recientemente descubrimos el increíble valor de una siesta de poder, no te arrepentirás. Mi papá y yo compartimos un antecedente similar. Ambos tuvimos un trabajo corporativo para poder comenzar un negocio. Ninguno de nosotros tenía experiencia en las industrias y empresas que comenzamos y, en su mayoría, ambos tuvimos un poco de éxito en nuestro camino.
La diferencia es que yo tenía a mi papá como un modelo a seguir, él no tenía a nadie, lo que en mi mente hace que su coraje y logros sean más admirables.
Fuente: www.soyentrepreneur.com / Por Peter Gasca
Publicado por: TuDecides.com.mx
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