Como dueña de mi negocio, cada año aprendo algo nuevo. Las lecciones que adquirí este 2014 fueron grandes y pequeñas, pero sin importar el tamaño, estoy muy agradecida que sigo experimentando como emprendedora:
1. Colabora, colabora, colabora.
Las colaboraciones son grandes opciones, especialmente si vas a emprender solo. Hace un par de años, sabía que tener un socio laboral no era la mejor opción para mí. La decisión de iniciar sola fue fácil una vez que me di cuenta que colaborar con las personas era una opción viable. Todo lo que tienes que hacer es preguntar.
Cuando encuentras al individuo indicado para realizar un proyecto puede ser bueno para ambos. Las colaboraciones te permiten trabajar con alguien en función de las necesidades. Puedes crear un contrato con algunos términos en los que ambos estén de acuerdo y seguir adelante. Una vez que esté redactado, ambas partes pueden trabajar juntas por tiempo limitado. Si el arreglo laboral es bueno laborarán juntos otra vez, si no es así, tal vez puedan terminar y no se volverán a ver.
2. El dinero no lo es todo.
El dinero es importante y a todos nos deben pagar por el trabajo, tiempo y talento. Sin embargo, a veces debes verlo todo desde otra perspectiva. Si un cliente no puede pagarte lo justo ahora y el proyecto puede tener éxito a la larga, es más inteligente arriesgarte que perder.
Tu meta debe ser dar un paso afuera, mostrarle al cliente lo que puedes hacer y lograr impresionarlo. Si todo sale bien se quedará con ganas de más. Cuando tengas tiempo de planear un mejor presupuesto podrás ser parte del equipo y negociarás una mejor tarifa.
3. Conoce tu valor.
Me doy cuenta que te acabo de decir que el dinero no es todo, pero debes conocer tu valor. Cuando se trate de negociar tu tarifa es importante establecer una cantidad con la que puedas vivir ahora y seguir adelante. Una vez que establezcas esto es difícil regresar con el cliente y pedir más. Antes de establecer una tarifa, determina qué es lo que requiere el proyecto en cuanto a tiempo y habilidades y lo más importante, la cantidad que te haga feliz.
4. Valora tu tiempo.
Con sólo 24 horas en el día, un emprendedor se va a dar cuenta rápidamente que nunca hay suficiente tiempo para hacerlo todo. Para los negocios usando redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram es fácil perderse en el ciberespacio y pasar horas en la computadora. Sé consciente de tu tiempo y horario. Invierte en un reloj para monitorearte.
Dedica tiempo a tus redes sociales, una hora o dos en la mañana o tarde. Organízate. Crea una lista de pendientes y táchalos cuando la completes. También sé consciente de cuánto tiempo pasas hablando o poniéndote al corriente con tus amigos. Es fácil distraerte cuando nos has visto a un conocido en mucho tiempo.
5. Aparta tiempo para ti.
Como emprendedor, es fácil sentirse como que tienes que hacer todo de inmediato. Ese no es el caso. Es importante tener tiempo para ti en el que aclares tu mente. Pasa una hora o dos haciendo ejercicio, camina o medita. Yo tengo las mejores ideas cuando tomo mi bici o practico yoga.
Fuente: www.soyentrepreneur.com / Por Deborah Mitchell
Publicado por: TuDecides.com.mx
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