El problema económico de fondo es el de la escasez, el hecho de que no todo alcanza para todos, y menos en las cantidades que cada uno quisiera. ¿Quién no tiene alguna necesidad, deseo, gusto o capricho insatisfecho? Todos, muestra de que efectivamente no todo alcanza para todos, y menos en las cantidades que cada uno quisiera, comenzando por el recurso de los recursos, aquel sin el cual todos los demás salen sobrando: el tiempo.
Dada la escasez debemos hacer el mejor uso posible de los recursos a nuestra disposición, lo cual se logra, por el lado de la demanda, si los consumidores pagan el precio real de lo que consumen, entendiendo por tal aquel que alcanza para cubrir el costo de producción o, dicho de otra manera, aquel que no es subsidiado por el gobierno, lo cual supone, ¡no hay que olvidarlo!, que lo que un consumidor deja de pagar por obra y gracia del precio subsidiado algún contribuyente lo paga porque los recursos para el subsidio salen del bolsillo de los contribuyentes.
Para hacer el mejor uso posible de los recursos a nuestra disposición, es decir, para no despilfarrarlos -y dado que son escasos no hay que despilfarrarlos- el consumidor debe pagar el precio real de lo que consume, afirmación que ha motivado la eliminación gradual del subsidio al precio de las gasolinas, proceder gubernamental que coloquialmente se conoce como “gasolinazo”, eliminación gradual del mentado subsidio que solamente se logra aumentando el precio del combustible, algo a lo que los defensores de la economía ficción, que siempre es más ficción que economía, se oponen, tal y como es el caso, el más reciente entre muchos otros, del Movimiento Ciudadano, cuyos senadores han exigido al presidente Calderón que ordene a la Secretaría de Hacienda la suspensión del incremento mensual a los precios de las gasolinas y del diesel, ya que dicho aumento afecta negativamente a todos los trabajadores y, esto ya lo digo yo, a todos quienes consumimos gasolinas, ya que por obra y gracia del “gasolinazo” cada mes tenemos que pagar un precio mayor por el litro de gasolina, ¡tal y como debe ser, partiendo del hecho de que se trata de un precio subsidiado y, por ello mismo, que da pie al despilfarro del combustible, con todas las consecuencias que ello trae consigo, desde más tráfico hasta más contaminación!
¿De cuánto estamos hablando? Según el Informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública, enero – julio 2012, de la SHCP, durante los siete primeros meses del año el subsidio al precio de gasolinas y diesel sumó 130 mil 300 millones de pesos. ¿Mucho o poco? Comparemos. El presupuesto de egresos para la Secretaría de Educación Pública, para todo el año, suma 251 mil 765 millones de pesos, lo cual quiere decir que, si se sigue la tendencia observada entre enero y julio, en 2012 se destinarán a subsidiar el precio de la gasolina, y por ello en fomentar el despilfarro del combustible, 223 mil 371 millones de pesos, casi lo mismo que se destinará a la educación. ¿No se trata de una insensatez, que los legisladores del Movimiento Ciudadano pretenden perpetuar?
Fuente: www.mundoejecutivo.mx ARTURO DAMM ARNAL / Economista
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